El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, asume este primer día de 2023 su tercer mandato al frente del Ejecutivo del Gigante del Sur ante representantes de 120 países.
El líder del izquierdista Partido de los Trabajadores, de 77 años, retoma el poder tras su paso por la cárcel y se pone al frente del país ante una gran manifestación popular que se transmite en vivo por todas las redes sociales del político brasileño.
A la toma de posesión de Lula asiste la mayor representación extranjera vista hasta ahora en una investidura en Brasil, donde los mandatarios siempre son investidos el primer día del año.
A la resurrección del político brasileño asisten delegaciones de más de un centenar de países que incluyen a una veintena de jefes de Estado y de Gobierno, encabezados por el rey de España y los líderes de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Uruguay, así como los presidentes de Alemania y Portugal.
Por Uruguay asistirán, además del presidente conservador Luis Lacalle Pou, los exmandatarios José "Pepe" Mujica y Julio María Sanguinetti.
La ceremonia oficial de la toma de posesión comenzará a las 14:30 hora local (17:30 GMT), y esta se ha organizado bajo un gran operativo policial con unos 15,000 agentes movilizados ante amenazas de grupos violentos de la extrema derecha bolsonarista, según reportes de medios internacionales de prensa.
No obstante, hoy habrá una gran fiesta para celebrar la vuelta del líder izquierdista más reconocido de Latinoamérica a la presidencia de Brasil con la esperada asistencia de unas 300,000 personas.
Esta fiesta está prevista que concluya en la madrugada de este lunes y contará con la presencia de medio centenar de artistas populares.
El presidente electo recorrerá la distancia que separa la Catedral del Congreso a bordo del tradicional Rolls Royce descapotable destinado a todos los grandes eventos oficiales en Brasil desde la década del 50 en el pasado siglo.
Lula estuvo al frente del Ejecutivo brasileño entre 2003 y 2010, y ahora vuelve a la silla presidencial tras una compleja y difícil campaña electoral en la que ganó su puesto en segunda vuelta y por poco margen al ultraderechista Jair Bolsonaro, quien este último viernes partió hacia Estados Unidos, apunta este domingo el diario El País.
Lula da Silva ganó el 50,90% de los votos en la segunda ronda electoral a finales de octubre y superó por más de dos millones de boletas (60,345,825) a su oponente de la derecha en las urnas, Jair Bolsonaro (58,206,322)
En su primer tuit después de la elección, Lula aseguró que "Brasil está listo para retomar su papel de liderazgo en la lucha contra la crisis climática, protegiendo todos nuestros biomas, especialmente la Selva Amazónica. En nuestro gobierno logramos reducir la deforestación en la Amazonía en un 80%. Ahora, luchemos por la deforestación cero".
También prometió en otro tuit reindustrializar Brasil, invertir en la economía verde y digital, apoyar la creatividad de los emprendedores y promover la exportación de conocimientos.
Antes había dicho que retomaría el Programa Mais Médicos, a pesar de la creciente evidencia del uso de galenos cubanos bajo condiciones de "trabajo esclavo" por parte del régimen de La Habana, quien es un viejo aliado de la izquierda brasileña.
Lula da Silva y Bolsonaro disputaron la presidencia en una segunda vuelta luego de que ninguno de los dos alcanzara más del 50% de los votos en la jornada electoral del 2 de octubre último.
“Un abrazo para ti, hermano. Vamos a trabajar juntos y vamos a hacer muchas cosas”, le dijo el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel a Luiz Inácio Lula da Silva, tras su ajustada victoria en las elecciones de Brasil.
Tras la victoria del izquierdista brasileño, el presidente cubano Díaz-Canel lo felicitó por su victoria en las urnas, y le aseguró que podía contar con Cuba “para todo”.
“Tu victoria no es solo tuya. Tu victoria es de Brasil, de América Latina y el Caribe. Es una victoria por la paz, por la integración latinoamericana y puedes contar con Cuba para todo”, dijo el gobernante cubano, quien comentó, además, que juntos iban “hacer muchas cosas".
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