La policía de Santa Clara usó gas pimienta para dispersar a las personas que estaban en una multitudinaria cola para comprar mayonesa.
Desde hace varios días, las autoridades locales venden a la población productos alimenticios y bebidas alcohólicas en una feria que ha sido criticada por la falta de organización, la poca disponibilidad de las ofertas y los elevados precios.
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El tumulto y la desorganización no han sido posible eliminarlos, ni con el despliegue de militares, por lo que los vecinos de Santa Clara deben permanecer durante horas en largas colas.
"Esta es la 'fiesta' que la dictadura cubana tiene para el pueblo: una larga cola para comprar mayonesa. Sucedió en Santa Clara, en la zona del Sandino. El fin de año para la familia cubana es muy triste", escribió en Twitter el periodista Daniel Benítez.
Otras cuentas e redes sociales han compartido imágenes del desarrollo de la feria alimentaria, que el gobierno local continúa presentando como un éxito de su gestión.
"El pueblo madrugó para comprar ron, cerveza y mayonesa. Dicen que hubo de todo, desde broncas hasta una que otra puñalada", aseguró EchezabalJD en su cuenta de Facebook.
En la página de activismo político Rompiendo Cadenas se criticó al gobierno por obligar a los ciudadanos a estar en largas colas y comprar comida.
"La escasez provocada por la mafia comunista de Cuba es tan grande, que para adquirir un solo producto tienes que hacer colas hasta por tres días"
Pera este jueves, el gobierno de la ciudad de Santa Clara anunció la venta de carnes en distintos puntos de la ciudad, con precios que siguen siendo impagables.
Carne de cerdo a 180 CUP, carne de res empacada a 160 CUP, pavos hasta en 1,800 CUP y bonito a 59 CUP, son algunos de los precios anunciados por las autoridades.
En la víspera circularon por internet imágenes de las colas para comprar cerveza Cristal y ron Havana Club, que el gobierno vendió a través de la libreta de racionamiento.
El despliegue de uniformados no impidió el desorden y los que pudieron comprar el producto, celebraban con euforia como si se tratara de un trofeo.
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