El Departamento de Justicia de Estados Unidos recomendó a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) negar un permiso solicitado por el sistema ARCOS-1 USA Inc. para la instalación del primer cable de telecomunicaciones submarino que conectaría directamente territorio estadounidense con Cuba, argumentando "riesgos para la seguridad nacional" y "una amenaza de contrainteligencia".
El sistema de aterrizaje de cables en Cuba sería propiedad y estaría controlado por el monopolio estatal de telecomunicaciones de Cuba, Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA)”, lo que supondría que el gobierno cubano “podría acceder a datos confidenciales de Estados Unidos que atraviesan el nuevo segmento de cable a través de su control de ETECSA”, advierte un comunicado difundido por el Departamento de Justicia este miércoles.
“El Gobierno de Cuba ha representado durante mucho tiempo una importante amenaza de contrainteligencia para los Estados Unidos en virtud de su espionaje y otras actividades de inteligencia dirigidas a los Estados Unidos”, añade el documento, que subraya que las relaciones de Cuba con otros "adversarios extranjeros" como China o Rusia representan un riesgo si existiese una conexión de este tipo.
"Mientras que el Gobierno de Cuba siga siendo una amenaza de contrainteligencia para EE.UU., y sea aliada de otros que hacen lo mismo, los riesgos para nuestra infraestructura son simplemente muy grandes", sentenció el vicefiscal de Seguridad Nacional, Matthew G. Olsen.
El funcionario señaló que, no obstante, Estados Unidos "apoya que exista una internet abierta, interoperable, segura y confiable en todo el mundo, incluso en Cuba”, pero destaca que “desafortunadamente, el Gobierno cubano no comparte esa opinión”.
La nota concluye que los sistemas de cable de fibra óptica submarinos son un activo fundamental para la seguridad nacional, ya que transportan la mayor parte del tráfico mundial de Internet, voz y datos entre continentes, y que el aterrizaje de un cable en Cuba "presenta riesgos inaceptables para la seguridad nacional de Estados Unidos y los intereses de las fuerzas del orden que no pueden mitigarse”.
El sistema de cable submarino ARCOS-1 existente conecta a EE.UU. con 15 países de América Latina, como Venezuela, Colombia, Panamá, Nicaragua y México, y pretendía ampliarse hasta una estación de aterrizaje en Cojímar, en el municipio Habana del Este.
La recomendación de negar la solicitud ha sido del Comité para la Evaluación de la Participación Extranjera en el Sector de Servicios de Telecomunicaciones -conocido como Team Telecom- entidad integrada por funcionarios de los Departamentos de Justicia, Seguridad Nacional y Defensa de Estados Unidos.
Cuba está conectada a un cable submarino de fibra óptica a Venezuela desde el 2011.
En 2016 el entonces subsecretario de Estado de la Administración de Barack Obama anunció el interés del gobierno cubano por tender un cable submarino entre Miami y la isla que proporcionara conexión directa a internet.
ARCOS-1 USA en 2019 recomendó al Departamento de Estado norteamericano permitir la construcción de nuevos cables submarinos a Cuba.
La misma entidad dijo en una presentación de 2021 ante la FCC que el cable "aumentaría los medios a través de los cuales los cubanos en la isla pueden comunicarse con los Estados Unidos y el resto del mundo".
En los últimos años el gobierno de Estados Unidos ha criticado sistemáticamente al régimen cubano por limitar el acceso a internet en la isla, en especial después de las protestas de julio de 2021.
En su más reciente informe, la ONG internacional Freedom House ubicó a Cuba en el cuarto puesto entre los países con menos libertad de internet a nivel global.
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