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El comentarista deportivo Pavel Otero estalló en días recientes al conocer el precio de un ramo de flores que quiso comprar para el funeral de su abuela, y concluyó que hasta ponerle flores a un fallecido en Cuba va siendo un lujo que pocos pueden costear, algo que achacó a gente "inescrupulosa”.
En una extensa publicación en Facebook que tituló “Denuncia pública”, el comunicador lamentó que la sociedad cubana esté minada de “personajes inescrupulosos que se llenan los bolsillos de la peor manera”, y contó en detalle la anécdota vivida por él en medio del contexto luctuoso de la muerte de su ser querido.
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Otero relató que cuando llegó a la funeraria de Santa Catalina, en el municipio Diez Octubre, averiguó cómo se podían encargar algunas coronas o ramos de flores y una trabajadora le indicó que al doblar de la instalación estaba la floristería.
Una vez en el lugar, el vendedor de flores que estaba les dijo que no había coronas hasta el amanecer porque él no las sabía confeccionar, y precisó que el otro empleado que sí sabía hacerlas no había ido a trabajar ese día.
No obstante, el empleado le ofreció la posibilidad de comprar “unos ramos (ramitos más bien) de flores a 600 pesos cada uno”, precio que el periodista oficialista asegura que no le sorprendió en un primer momento debido a la inflación existente en Cuba.
“Cuando abrí la billetera para pagarle los diminutos ramitos de flores al hombre, me doy cuenta de que no tenía suficiente efectivo y le digo que voy a sacar dinero del cajero más cercano. Fui y cuando regresé a los pocos minutos con mi prima, el vendedor de flores me dice que mientras yo fui al cajero él había llamado por teléfono al dueño del negocio y este le dijo que los ramitos de flores no costaban 600, sino 1000 pesos”, relató Pavel Otero.
El comentarista aseguró que el repentino aumento del precio lo “sacó de paso”, y que fue su prima quien optó por preguntarle al vendedor si no conocía a Otero de la televisión, ello en búsqueda de una rebaja del precio.
El vendedor admitió que sí lo conocía y accedió a dejar los ramos en 600, aunque con la advertencia de que “todos los que vengan a partir de ahora son a 1,000”.
“Es increíble cómo esta gente lucra hasta en el momento más doloroso por el que pasan las personas", observó Pavel Otero, quien explicó que había tres fallecidos más en la funeraria y que ninguno tenía flores puestas en sus respectivas capillas, algo que él atribuye al exorbitante precio que tenían.
“Por suerte el que sabe confeccionar los coronas no fue a trabajar, porque si los ramos son a 1,000 pesos, ¿las coronas a cómo serían?”, cuestionó el comunicador, quien agregó que luego el administrador de la funeraria fue a darle explicaciones, pero él no quiso escucharlas.
“Lo peor de todo es que por esa funeraria pasan diariamente 4 ó 5 fallecidos, y si cobran 1,000 pesos por cada ramo y sabrá Dios cuánto por las coronas, esa gente se hacen millonarios a costa del dolor ajeno. ¿Será que en los funerales también está en vigor la teoría de 'oferta y demanda'? Si es así, la demanda está garantizada porque todos los días se mueren varias personas. ¿Ponerle flores a un ser querido es un lujo?", cuestionó.
Finalmente subrayó su intención de alertar a los directivos de los servicios necrológicos del país, y añadió que "este descaro no se puede permitir más".
"Un ramo de flores para un muerto no puede costar más que dos libras de carne de puerco”, concluyó.
En los últimos años, coincidiendo con la galopante crisis económica en Cuba, son cada vez más frecuentes las críticas por el mal servicio necrológico brindado en el país.
Las quejas van desde la carencia de ataúdes para velar y enterrar a los muertos, la falta de transporte fúnebre hasta la penosa infraestructura de algunas funerarias, ello sin contar el mal estado de los cementerios, devenidos también en fuente de dolorosas y macabras anécdotas.
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