Más de 500 mil cubanos se desempeñan como Trabajadores por Cuenta Propia (TCP), la denominación con que el gobierno engloba a la fuerza de trabajo del sector privado.
“Actualmente 587 382 personas ejercen el TCP, modalidad de empleo en el sector no estatal de la economía, el 34% son mujeres y el 27% jóvenes. Los empleadores tienen la obligación de garantizarles los derechos que por ley le asisten”, informó en Twitter el pasado martes Marta Elena Feitó Cabrera, ministra de Trabajo y Seguridad Social.
De acuerdo con una nota publicada en el diario oficialista Granma, esta cifra refleja “la prioridad que el Estado da a la actividad privada como una de las fuentes emergentes y necesarias de empleo”.
La nota del órgano del Partido Comunista aprovechó para recordar a los trabajadores del sector privado hasta agosto del presente año más de 338 200 contribuyentes de este sector no habían efectuado los pagos de impuestos sobre Ingresos Personales y sobre Ventas y Servicios.
Además, Granma recordó que esta forma de trabajo se legalizó en 1993, sin especificar que durante la crisis del Periodo Especial el régimen de Fidel Castro se vio obligado a restaurar en alguna medida el trabajo privado, luego de haberlo criminalizado y mantenido fuera de la ley por décadas. En 1968, durante la llamada Ofensiva Revolucionaria, el llamado Gobierno Revolucionario acabó con los pequeños negocios y formas de trabajo privado que aún permitía, lo que trajo las primeras olas de recesión económica y escasez.
El texto de Granma concluye afirmando que “el Estado cubano dispuso que las nuevas medidas fueran una apuesta amplia, sostenida y sin retrocesos para darle más espacio al sector no estatal en la economía nacional”.
Hace unos días trascendió que más del 70 por ciento de los cubanos que se incorporaron al empleo en 2022 prefirieron hacerlo en el sector privado, según indicaron las cifras oficiales hasta el cierre de agosto.
Del total de 152,373 personas que se incorporaron al empleo en Cuba en 2022 hasta el cierre de agosto, 107,754 lo hicieron en el sector no estatal, mientras que solo 44,619 fueron empleadas en entidades del sector público.
La ministra de Trabajo y Seguridad Social consideró al respecto que la preponderancia en el empleo no estatal está relacionada con las medidas para la diversificación de los actores económicos de la sociedad implementada por el gobierno cubano en los últimos años, aunque evitó referirse a la crisis galopante de la industria y los servicios estatales que padece el país.
Pese a estas optimistas cifras oficiales, desde muchas provincias de Cuba llegan noticias de personas desempleadas que rechazan ofertas laborales, de éxodo laboral debido a los bajos salarios, y de puestos de trabajo que peligran debido a las medidas de austeridad estatal, en un país que vive además la crisis migratoria más grande de su historia.
La Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) ha amenazado además en varias ocasiones con procesar por el delito de “evasión de impuestos” a los contribuyentes del sector privado que adeudan al fisco.
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