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Rubén Martínez Machado, el piloto que el 21 de octubre escapó de Cuba en una avioneta rusa AN-2, se mantiene detenido y no fue liberado en las últimas horas, como se dio a conocer inicialmente este lunes.
La información fue difundida en Twitter y Facebook por los periodistas Mario J. Pentón y Mario Vallejo, respectivamente, quienes luego borraron sus publicaciones.
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En una aclaración posterior, Pentón indicó que la oficina del abogado Eduardo Soto -encargado del caso- le envió temprano un mensaje diciéndole que el piloto cubano ya había sido liberado y que iba a estar en una conferencia a las 4 de la tarde de este lunes.
Sin embargo, añadió que unas horas después se comunicaron con él para desmentir la información.
"Hace unos minutos me dijeron que el piloto sigue detenido y que perdonaran por la 'desinformación'", añadió el comunicador, quien se disculpó con la audiencia.
CiberCuba se ha puesto en contacto con la oficina de Eduardo Soto con vistas a recabar mayor información sobre lo ocurrido, sin que al cierre de esta nota hayan contestado.
La celebración de la audiencia preliminar del caso estaba prevista para este 31 de octubre a las 8 de la mañana (hora local), cita en la que Rubén Martínez formalizaría su petición de asilo político.
La pasada semana Eduardo Soto aseguró en rueda de prensa que haría todo lo posible para que su defendido permanezca en territorio estadounidense, aunque admitió también como cierta la posibilidad de que pudiera ser deportado.
“Este muchacho tiene temor de volver a Cuba y él desea mucho permanecer acá y nosotros, como abogados en fin, vamos a hacer todo lo posible para mantenerlo aquí”, dijo Soto en un encuentro con la prensa, en el que precisó que habían solicitado que Martínez Machado fuera liberado con grillete electrónico antes del juicio.
En ese mismo encuentro el letrado indicó, igualmente, que el caso había sido puesto ante un juez de inmigración sin necesidad de pasar antes por el procedimiento de la entrevista de miedo creíble.
Ruben Martínez arribó a Estados Unidos en la mañana del viernes 21 de octubre, procedente de Sancti Spíritus, a bordo de una avioneta monomotor Antonov An-2. La aeronave aterrizó en el Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, en el humedal de los Everglades.
Poco después de tocar tierra tras una hora de trayecto, el joven de 29 años fue puesto a disposición de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) estadounidense. Al piloto cubano le presentaron formalmente cargos por entrada ilegal a territorio norteamericano y se encuentra detenido en un Centro de Inmigración en Pompano Beach, en el condado de Broward,
Una fuente próxima al aviador confirmó a CiberCuba, en días recientes, que la Contrainteligencia confiscó la computadora y otros objetos personales del piloto durante una visita a su casa familiar en Santa Clara, que permanece bajo vigilancia.
Públicamente el gobierno cubano calificó la sustracción de la aeronave de “acto de piratería aérea", tipificado como delito en convenios internacionales ratificados por Cuba y EE.UU.
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