La termoeléctrica Antonio Guiteras, de Matanzas, debe parar al menos durante tres meses para recibir un mantenimiento general, algo imposible en la actual crisis que atraviesa el país.
Aunque la planta sincronizó el martes con el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), tras varios días sin operar por una avería en la caldera, sus especialistas afirman que es necesario detenerla para una intervención en la mayor parte de sus estructuras.
Según un reportaje de la televisión estatal, la caldera de la planta necesita una limpieza total de los sedimentos generados por la combustión del crudo y sustituir los tubos que han perdido su espesor y se revientan por los salideros.
"Casi siempre los mantenimientos generales llevan que el equipo esté fuera de servicio. Por las propias limitaciones que tenemos no hemos podido hacer eso", dijo Javier Quiroz, jefe de turno de la instalación.
La Guiteras, que con más de 230 MW de potencia es la planta más importante del país, espera desde hace 12 años por una reparación capital que no llega; incluso, dos ciclos de revisiones profundas han sido aplazados.
En este momento, cuando la población padece apagones diarios de más de 10 horas desde hace meses, y otras unidades están constantemente fuera de funcionamiento por averías, es imposible la intervención que requiere la termoeléctrica matancera.
Al deterioro que sufren esas instalaciones se suma el bajo salario de sus trabajadores, que provoca que muchos se vayan a otros sectores mejor remunerados.
Un joven jefe de bloque y operador de sala de control de la Guiteras explicó que antes de aplicarse la política de reordenamiento económico, esa empresa estaba entre las más favorecidas en el término de salario.
"Uno podía cubrir sus necesidades. Tras el reordenamiento caímos en un escalón muy bajo", dijo Yoandry Flores.
En medio de la actual crisis, la "solución" del gobierno fue la destitución el lunes del ministro de Energía y Minas, Nicolás Liván Arronte Cruz, y del director general de la Unión Eléctrica (UNE), Jorge Armando Cepero Hernández.
Ese mismo día la unidad cuatro de la termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, en Cienfuegos, salió de servicio por fallas en la caldera y empezó un proceso de enfriamiento natural, hasta determinar la envergadura de la avería.
Denis Escalona Tillet, director de producción de la instalación, declaró a la prensa que el refrescamiento del bloque duraría entre tres y cuatro días, aunque se usan los ventiladores de tiro forzado para mantener la circulación de aire y agilizar el proceso.
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