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España aprobó este miércoles la Ley de Memoria Democrática que beneficiará a miles de cubanos, en tanto podrán adquirir la nacionalidad española los descendientes hasta de segunda generación (nietos) de ciudadanos españoles.
Tras cinco horas de debate, según El Mundo, y un recorrido legislativo accidentado, con cientos de enmiendas y muy poco consenso, la Ley de Memoria Democrática vio la luz verde del Senado, última instancia del camino parlamentario que recorren las leyes en España.
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Tras aprobarse en el Congreso de los Diputados a mediados de julio, la comunidad de cubanos descendientes de ciudadanos españoles en la isla esperaba el final del procedimiento y ponía sus esperanzas en su aprobación.
La Ley de Memoria Democrática española incluyó una enmienda que da nuevos supuestos de adquisición de la nacionalidad española a los que se podrían acoger ciudadanos cubanos.
En la llamada “Ley de Nietos”, enmienda incluida dentro de la legislación de memoria histórica, se podría adquirir la nacionalidad española por dos vías en el caso cubano:
- La primera, abre la puerta de la ciudadanía a los descendientes de españolas exiliadas que perdieron la nacionalidad al casarse con un extranjero con anterioridad a 1978.
- También se beneficiarán los hijos e hijas mayores de edad de los españoles a los que se les reconoció la nacionalidad de origen en virtud del derecho de opción.
Estos son los dos puntos que afectan a los cubanos descendientes de españoles, porque el resto del proyecto de ley se centra en la "recuperación, salvaguarda y difusión de los valores democráticos", temas que han suscitado gran polémica entre las fuerzas políticas españolas.
Hasta 2018, y gracias a la Ley de Memoria Histórica española, cerca de 100,000 personas consiguieron la nacionalidad española en Cuba y otros 100,000 estaban en trámites para conseguirlo.
Estimaciones de ese año calculaban que otros 200,000 podrían adquirir la nacionalidad española en virtud de la ley. Aprobada este miércoles en el Senado, ahora solo queda el trámite de su publicación en el Boletín Oficial del Estado español (BOE) para quedar definitivamente consolidada.
"Muchísimos cubanos que en 2010 no pudieron optar a la nacionalidad española, porque la Ley de Memoria Histórica terminó su plazo, van a poder hacerlo”, dijo la abogada cubana Estela Marina en 2018. “Y luego, los hijos de los cubanos que se nacionalizaron con dicha ley, también podrán optar", agregó la letrada.
Según reseñaba entonces el portal Martí Noticias, en 2018 residían en Cuba unas 140,000 personas con nacionalidad española, la mayoría de las cuales obtuvo la nacionalidad con la Ley de Memoria Histórica promulgada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2007.
Cifras de 2018 publicadas por el Instituto Nacional de Estadísticas de España indicaban que Cuba era el sexto país del mundo con mayor cantidad de ciudadanos españoles en el mundo. Los primeros cinco eran Argentina (457,204), Francia (253,036), Venezuela (167,255), Alemania (154,876) y Estados Unidos (147,817).
La cifra de cubanos ciudadanos españoles representaba entonces el 5,6% de todos los que vivían fuera de España; y el 9,1% de los que vivían en el continente americano.
Sumidos en una crisis de proporciones inéditas, cientos de miles de cubanos han protagonizado en el último año el mayor éxodo migratorio de la historia de la nación. En el año fiscal 2022, concluido el 30 de septiembre, alrededor de 200,000 cubanos han ingresado en territorio estadounidense y solicitado asilo político.
España y demás países que concentran una gran cantidad de emigrantes cubanos no han publicado datos sobre la llegada de estos en el último año, pero es previsible que los números describan una curva pronunciada. Con la adopción de la Ley de Memoria Democrática, en poco tiempo España seguramente verá incrementado el número de cubanos-españoles en su territorio.
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