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Jóvenes voluntarios integrantes del Proyecto Faro ayudan a los damnificados por el paso del huracán Ian en comunidades de Pinar del Río.
“Seguimos llegando hasta las comunidades más afectadas por el ciclón, entregando ayudas y haciendo levantamiento de las necesidades más elementales. Se necesita comida, medicinas y ropas”, anunció la organización civil independiente en una publicación en Facebook.
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Como parte de su labor altruista, los integrantes de Faro han llegado, entre otros sitios, a los poblados de Punta de Carta, Campo Alegre, Los Pinitos y La Tea, en el municipio San Juan y Martínez, comunidades que han quedado destruidas y cuya recuperación podría demorar un buen tiempo.
Este martes, los jóvenes solicitaron el apoyo de personas con vehículos que les permitan acceder a comunidades en las carreteras a La Coloma, San Juan y Viñales, e indicaron como número de contacto el 51452714.
En sus recorridos por localidades severamente afectadas por el huracán, el grupo ha encontrado a su paso un panorama desolador para sus habitantes.
Uno de los líderes del proyecto, el dramaturgo Irán Capote, compartió este martes la historia de una ciudadana cuya vivienda quedó destruida por la caída de una palma que, además, le impide el acceso a las casas vecinas.
“No quiere nada porque no tiene dónde guardarlo”, escribió Capote, quien ofreció la opción de -al menos- cortar con una motosierra el árbol para aliviar la situación de la señora y su padre, quienes se encontraban dentro de la casa cuando cayó la palma sobre esta, pero felizmente salvaron sus vidas.
En su post, Capote expresó su preocupación por una frase recurrente en cada visita a una comunidad: “Aquí no viene nadie”, y el temor de que con el avance de los días, las personas afectadas continúen en la misma situación en que se encuentran desde el azote del potente huracán.
Mientras, la movilización de alternativas como Proyecto Faro han permitido asistir a las personas olvidadas en los lugares que, a decir del dramaturgo, “no se ven desde la carretera ni aparecen en el Google Maps”. Los ciudadanos, en lugares con poca accesibilidad, no han recibido otra ayuda que la de otros cubanos solidarios que han coordinado esfuerzos para aliviar su situación.
Faro, que surgió en 2021 en el contexto de la pandemia por coronavirus, ha aunado la labor de otras organizaciones como Teatro El Portazo, el Callejón de las Tradiciones, Dar es Dar, Bitcoin Asere, la Asociación Hermanos Saíz de Matanzas y Pinar del Río y Afro Atenas.
A partir de la estela de destrucción dejada por el evento meteorológico en el occidente del país, varias organizaciones de la sociedad civil se activaron en función de auxiliar a los más necesitados. Tal fue el caso del proyecto Dar es Dar y otros grupos ciudadanos que muestran su solidaridad con sus compatriotas en crisis.
Los donativos recaudados son entregados de forma completamente gratuita a las personas. Cualquier ayuda humanitaria para los damnificados es poca en tiempos de crisis.
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