Las dos heladerías de la ciudad de Las Tunas solo venden helado durante dos horas, y no todos los días, debido a la escasez del producto.
En la heladería Las Copas, se reciben únicamente 50 tinas de helado cada día, para un flujo de personas numeroso. "Con las 50 tinas de helado prestamos un servicio de dos horas", reconoció Ernesto Labrada, director de la Unidad Empresarial de Base (UEB), en un reportaje del telecentro local Visión Tunera.
La otra cremería de la ciudad, Las Antillas, también tiene una afluencia constante de personas, a pesar de que el precio del helado es más elevado. La oferta se realiza dos veces al día: en el primer turno, a partir de las 10 de la mañana, y en el segundo, a las tres de las tarde, según explicó su director Oscar Cervantes.
Sin embargo, muchas veces los comensales deben retirarse sin poder disfrutar de ese “refrescante alimento”, indicó el reportero, porque se acabó en poco más de una hora de servicio. Además de la escasez, la calidad de los helados en venta "deja mucho que desear", agregó.
Ante el déficit de helado, las direcciones y el personal de ambas cremerías tratan de implementar otras alternativas para los clientes y poder garantizar los ingresos monetarios de esas entidades estatales.
Por ello, han tenido que recurrir a la venta de jugos y refrescos naturales, cocteles de frutas, queso, dulces criollos y productos a base de casabe para poder brindar ofertas a los clientes en lugar del producto lácteo para el que fueron creados.
Las Copas mantiene vínculos productivos con la mipyme Hielo Caribe, para garantizar la oferta de paletas, sin embargo, según advirtió Labrada, "todas las personas que vienen buscan el servicio de helado, que es nuestro objeto social”.
La estabilidad en la producción de helado en Las Tunas continúa siendo insuficiente. Aunque en mayo se había pregonado la pasta de soya como sustituto lácteo con vistas a incrementar los volúmenes del producto en el verano, las heladerías han reducido sus horarios y dejan de vender ese postre algunos días de la semana.
En la industria local tunera se ha optado por la fabricación de paletas con sabores frutales elaboradas sin leche, a base de maicena y pulpas, por la escasez de lácteos en la provincia.
En la provincia de Santiago de Cuba han enfrentado la falta de leche para la elaboración de helados incluyendo también soya y harina de arroz. Además, iniciaron la creación de sorbetes con un 85% de pulpas (especialmente de mango, guayaba y coco), obtenidas mediante contratos directos con los campesinos.
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