Cineasta de desdichas cubanas

En España sigue creando, con un filme sobre tres mujeres cubanas contemporáneas, machacadas por la razia post 11J y busca financiamiento para un par de películas, una con mucho "gore" y cimarronaje y otra sobre los sueños de una doctora yemení.

Fernando Fraguela Fosado, director de cine © Cortesía del entrevistado
Fernando Fraguela Fosado, director de cine Foto © Cortesía del entrevistado

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Este artículo es de hace 2 años

Fernando Fraguela Fosado (Pinar del Río, 1991) tuvo la osadía creativa de poner el ojo de cineasta donde duele; quizá creyendo que el gris quinquenio era una escena remota, pero se encontró con la aplanadora castrista vivita y coleando; no se amilanó y acabó filmando desgarros de quienes luchan y lloran dentro de Cuba, escenario gore flotante.

"Sueños al pairo", donde retrata a la jauría contra Mike Porcel; es un poema visual, aunque lo colocó frente al pelotón de fusilamiento, conociendo la maldad y cobardía de guillotinadores al servicio de la causa.


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Pero el espaldarazo de crítica y público no ha provocado en Fraguela la tentación totalitaria de creerse inédito, sino que reconoce influencias y raíces creativas en otros realizadores cubanos que filmaron al límite de lo posible y, lo más valioso, ha evitado que la algarabía emocional contamine su mirada con himnos de desdichados porque el cine perdurable es una manera de mirar lo que otros no ven.

Cartel de "El matadero" / Cortesía de Fernando Fraguela

"El matadero" es un fresco amargo de la Cuba sin espacios en la acalorada prensa orgánica; aun reconociendo que tiene tintes autobiográficos, ¿cómo lo concebiste y porqué usas un narrador omnisciente que es relato, pero también conciencia?

"El matadero" es una película autorreferencial por sobre todas las cosas. No fue mi intención inicial, aunque siempre fui un personaje de la película, originalmente se iba a centrar mas en la historia de mi amigo Dusniel, quien criaba cerdos para costear una salida ilegal del país, finalmente logra escapar de Cuba y perdí la posibilidad de filmarlo, entonces mi personaje gana espacio y peso en la película, mientras el suyo tuve que rememorarlo a través de los vecinos y la familia que dejo atrás.

Sucedió lo mismo que en mi documental anterior "Las desdichas de un hombre", donde contando la historia del personaje descubro cómo se vuelve más reveladora al diseccionarla, filtrarla a través de mi conciencia y subjetividad. Obviamente desde que situamos la cámara ya el plano esta manipulado por la visión del cineasta, pero lo que a mi me interesaba e interesa muchísimo es cuando hacemos al espectador cómplice, más consciente y partícipe de esta manipulación.

Yo no era un cineasta más que iba a un barrio perdido de Cuba a contar una historia, yo nací y me crié en ese barrio y sentía que el espectador debía ser partícipe de eso y conocer como mi visión de esa realidad se transformaba con mi vivencia personal. De ahí nace este narrador omnisciente cuya función no es saberlo todo, sino cuestionárselo todo. Que no solo apunta la cámara hacia el sujeto, sino que la apunta hacia sí mismo, en un ejercicio de sinceridad y anagnórisis del proceso y la historia en común con el sujeto/espacio protagonista del relato.

¿Consideras que la arquitectura yugoslava de los años 70 condiciona el pensamiento y el estilo de vida de los barrios de microbrigadas o solo se trata de una solución improvisada del totalitarismo cubano?

Si, totalmente, esa es una de las tesis de la película, cómo el espacio en que crecemos nos condiciona como sujetos y crecer en un edificio de microbrigadas diseñado a más miles de kilómetros del lugar donde se emplaza y rodeado de miles de edificios similares por supuesto que influye en la vida de sus habitantes. Incluso hubo un momento en que quería centrar un capítulo de la película solo sobre esto. Tuve acceso a planos y fotografías del barrio antes del 59 y este ya iba creciendo con una planificación física completamente distinta a la actual.

Sin embargo, "El matadero" fue creciendo hacia un tono más intimista y personal por lo que descarté esa idea. Pero considero que es un actuar deliberado de la dictadura cubana, ese tipo de acciones y por toda Cuba son parte del experimento del hombre nuevo y, además, son un espacio ideal para el control y la vigilancia ejercida a través de los CDR.

Pese a la oportunista arqueología cultural, desatada por el castrismo en la crisis económica de los 90; "Sueños al pairo" acabó dejando al pairo a sus realizadores. ¿Cómo fue esa travesía? ¿A qué atribuyes la persecución mantenida contra Mike Porcel durante 40 años?

A pesar de lo que pudiera parecer, yo creo que antes de la película era realmente cuando estábamos al pairo. Cualquier persona en Cuba con el mínimo de inteligencia o perspicacia se da cuenta que nada funciona como debería ser y ese era nuestro caso. En lo personal yo crecí en una familia donde se evita hablar de política, pero siempre tuve mis cuestionamientos y en SAP eso fue lo que hicimos, cuestionarnos la historia que nos han contado y lo hicimos con la mirada de nuestra generación, con la ingenuidad propia de nuestra juventud y sin imaginarnos por un instante la repercusión que tendría la película.

Posteriormente, vino toda la censura y los risibles argumentos del ICAIC que sinceramente no nos sorprendió a ninguno y creo que fue cuando comenzamos a tomar parte, dejar atrás la ingenuidad, el andar al pairo y comenzar a llamar las cosas por su nombre. Cuba es un estado policial, totalitario, un gobierno dictatorial que si algo tienen en detrimento es su falta de evolución y eso los esta aniquilando ahora mismo y de ahí nace esa persecución contra Mike, fue condenado hace 40 años y ellos no saben hacer otra cosa, por supuesto que hoy en día lo condenan igual y lo seguirán haciendo porque son incapaces de cambiar.

¿Cómo es la censura actual en el cine cubano; cómo se ejerce y quienes son sus ejecutores?

De la censura actual realmente no puedo decir mucho, casi todo lo dije en mi documental "Material didáctico", por el que fui despedido en la Fundación Ludwig de Cuba. Se ejerce por los mismos de siempre y desde la creación del ICAIC, las instituciones, todas, desde las escuelas hasta los centros de trabajo. No puede ser de otra manera, es el modus operandi del sistema que, como ya dije, es incapaz de evolucionar. Han implementado algunas cosas como el llamado Fondo de fomento o el Carnet del creador, de ambas nunca fui parte. Nunca haría una película bajo la sombrilla de ninguna institución que defienda un sistema dictatorial como el de Cuba.

Imagina un joven que sueña con ser cineasta en Cuba; una vez graduado, ¿qué salidas profesionales y clima creativo encontrará?

En diciembre de 2021, cuando me fui de Cuba, el panorama era bastante horrible y lo único que escucho es que va a peor. Salidas profesionales ninguna y clima creativo muy pobre, el sistema está diseñado para asfixiarte. Yo no me veía haciendo ningún tipo de obra que no estuviese directa o indirectamente atacando a la dictadura y eso a la larga llevaba a dos caminos, la cárcel o el exilio. O pactas con el poder y haces una película tibia, escapista o sufres lo indecible por hacer tu obra independiente y ninguna de las dos era una opción para mí.

"Sueños al pairo" es tu obra más reconocida, pero en tus títulos se aprecia una constancia por el hombre y su circunstancia; ¿cómo llegaste a esa manera de mirar oblicua, poniendo la cámara donde duele, pero dejando que los actores circunstanciales desgranen sueños y desdichas a su libre albedrío, o casi?

Creo que esa característica de mi obra que mencionas es realmente casual, antes de "Sueños al pairo" yo había realizado principalmente ficciones y era lo que más me interesaba. Luego vino "Las desdichas…", que es un documental que le debe también a SAP pues nace de la censura de este, en quinto año de la universidad.

Me obligaron a cambiar mi tesis de grado (Sueños al pairo) y me encontré obligado a hacer un documental en tan solo dos meses. Esta limitante me obligo a actuar, sentir, no pensar y de ahí nació esta película que es una de las más queridas por mí y que me abrió un camino enorme por descubrir y que se ha convertido en mi pasión. El cine ensayo, reflexivo, autorreferencial en el que, si bien puede parecer que el sujeto protagonista de la película es el foco de atención, como autor me interesa muchísimo más el proceso de creación de la película, la interacción con el sujeto y el espacio, como nos influimos mutuamente en el proceso y como hacer al público parte de esta relación también. Las películas vienen a ser un camino, cuya meta principal es recorrerlo conscientemente, luego cuando llego al final, pierdo el interés por la obra terminada, cuando termino las películas nunca más las veo.

Recientemente, los responsables del cine cubano organizaron un homenaje el neorrealismo italiano, padre de algunos de sus más conocidos realizadores; ¿cómo es el cine cubano actual; qué estética predomina; cuánto queda de Zavattini en el ICAIC y cuánto se ha hurtado del free cinema, Coppola o John Ford?; por ejemplo.

El cine cubano de ahora no es el ICAIC, ni casi nada realizado en las instituciones (que además es poco). Me cuesta decirlo porque estoy muy cerca, pero creo que el cine que se está haciendo ahora es el mejor que se ha hecho jamás en ese país, como movimiento holístico.

De siempre ha habido algunas figuras importantísimas, como los Villaverde, Fausto Canel, Sara Gómez, Orlando Jiménez Leal, Guillén Landrián, y otros, pero nunca tantos exponentes, unidos generacionalmente y que a pesar de tener visiones muy distintas tu logras palpar un ente vivo, que ha logrado sin recursos, a pura bomba, sufriendo muchas veces las mismas circunstancias que todos los cubanos, hacer un cine de tan alta calidad, que ha triunfado además en los circuitos y festivales más importantes. No quiero mencionar nombres para que no se me quede nadie, pero ese fenómeno no había sucedido antes, ni siquiera cuando “Titón” y Solás tenían todos los recursos y herramientas que ofrece un gobierno y un país.

¿Qué valores concede a la escuela internacional de cine de San Antonio de los Baños, qué le faltó y cuánto la dañó la propaganda política?

En lo personal no estudie en la escuela, aunque si trabajé en muchas ocasiones como editor, especialista en imagen digital e incluso asistente de dirección en algunos talleres. La preparación como cineasta que brinda la escuela es de altísima calidad e incluso el prestigio de la escuela aun se siente fuera de Cuba. Actualmente es un foco de propaganda como todas las instituciones cubanas, creo que pocos caen en la trampa, parte del mejor cine y más crítico que se ha realizado en Cuba nació en la escuela.

¿Qué estás perpetrando; cómo es tu día a día en Madrid y cuanto pesa la emigración en la mirada de un cineasta?

Al llegar de forma irregular a España me encuentro en esa misma situación. A pesar de eso me he encontrado un sitio acogedor, incluso laboralmente. He podido continuar con dos proyectos que había iniciado en Cuba. Un documental sobre el proceso libertario actual, a través de la mirada de tres mujeres protagonistas, Anamely Ramos, Katherine Bisquet y Daniela Rojo, una película que intenta ilustrar todo el periodo desde el acuartelamiento de San Isidro hasta el 11J de la forma más clara posible, para quien desconoce las particularidades y situaciones atípicas de Cuba logre entender a fondo este proceso tan complejo. Es una película producida por Rialta, muy emotiva y espero esté disponible pronto.

Además, estoy codirigiendo -junto con el grafitero YulierP- un largo documental sobre la historia del arte urbano y su situación actual en Cuba, es también una película que espero salga pronto, es a la par muy informativa y bella, pues conocer todo el sacrificio por el que pasan estos artistas por expresarse libremente en las ciudades es muy conmovedor.

Aun no logro verme a mi mismo como un inmigrante, es algo de lo positivo o negativo que tiene Madrid hoy en día, está lleno de cubanos, casi todas mis amistades y compañeros de trabajo de Cuba están hoy aquí también y mis películas por ahora siguen siendo cubanas 100% aunque yo esté fuera de Cuba. Como artista estoy en un proceso donde observo mucho, trato de comprender esta nueva realidad y al mismo tiempo adaptar mis proyectos de ficción acá, pues no creo que en un futuro próximo puedan filmarse en Cuba.

Durante la pandemia escribí dos largos de ficción “Tierra roja” una película de folk-horror que combina las religiones afrocubanas con el género de terror, una historia de herencias perdidas en el campo, espíritus cimarrones, venganza y mucho gore. Es extremadamente cubana, pero pienso que puede ser adaptada y filmada en las Islas Canarias por su clima y visualidad más tropical.

También escribí otro largo "R.E.M" este si es más universal y puede ser filmado perfectamente en Madrid u otra ciudad cosmopolita pues cuenta la historia de Amalia, una doctora que sueña que es un líder de la insurgencia yemení, Omar Amalia descubre que sus sueños son reales y comienza a sustituir su vida diaria por la de sus sueños. Son guiones que, junto con la productora EstudioST, estamos buscando financiamiento ahora mismo, con la idea de filmarlos en Europa o próximamente en una Cuba libre de dictadura.

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Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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