Después de meses de reclamo para que arreglen la escalera de un edificio del Vedado en peligro de derrumbe, sus residentes siguen a la espera de la reparación debido a la falta de coordinación entre entidades estatales.
Nara Miranda Lorigados, vecina de la calle 6, entre 1era y 3era y madre de dos niños, denunció en redes sociales que, luego de reclamar en varias ocasiones a las autoridades, al parecer procederán a apuntalar la escalera, pero las trabas burocráticas y la descoordinación impiden que se inicien las labores.
En un proceso casi digno de una novela de Kafka, la joven contó que inspectores de Servicios de la Construcción (SECONS) acudieron el pasado sábado a evaluar el estado de la escalera. Le solicitaron una orden de apuntalamiento que ella no tenía y le indicaron que los encargados de la Dirección de la Vivienda debían entregársela a SECONS.
Luego, un funcionario de vivienda les proporcionó el documento a los vecinos, pero los de SECONS respondieron que los funcionarios tenían que llevarles la orden a ellos, y hasta este lunes todavía no había sido entregada.
Además de la odisea burocrática y la descoordinación entre los organismos estatales, Miranda externó su preocupación por el apuntalamiento de la escalera que solo resolverá un problema temporal y teme que “dejen eso apuntalado y luego ya no arreglen ni el edificio ni la escalera”.
Los vecinos del inmueble se preguntan también por qué tienen que pagar la totalidad de la reparación estatal, que asciende a más de 3 millones de pesos, y no el 30% del monto como se había indicado en principio.
“Cuando fui a Vivienda el jueves pasado, también pregunté eso. La funcionaria explicó que lo de la cuantía y forma de pago era una resolución que bajó el Ministerio de la Construcción. Que su directora había planteado que muchos casos no podían pagar lo que se les pedía, y le habían respondido que Vivienda no estaba aportando nada, y que eso no podía ser, y que el aporte de Vivienda tenía que salir de esas Cuantías y Formas de Pago”, pronunció indignada la joven ante el exorbitante valor de ese “aporte”.
A ello sumó los agravantes para solventar el pago. “En medio de la crisis económica y la inflación, tenemos que conseguir dinero para que Vivienda aporte, obtenga ganancias para el Estado, o lo que sea que signifique eso”, dijo, y se preguntó cuáles serían los propósitos y las prioridades de los funcionarios que toman estas decisiones.
Mientras, Miranda y sus vecinos siguen a la espera del apuntalamiento de la escalera para
Al realizar la denuncia de los serios problemas estructurales del edificio, los constructores le habían explicado a Miranda que la escalera debía rehacerse porque ya no es reparable y le sugirieron pedir un crédito al banco y entre todos los vecinos contratar una brigada de construcción.
Incluso, una funcionaria de Vivienda le había adelantado que no tenían el acero para construir la escalera y corroboró que esa era la opción viable a corto plazo para salvar la estructura.
Hace dos días, un cubano residente en otro edificio en peligro de derrumbe en el Vedado reclamó a las autoridades de La Habana una solución al problema de vivienda que sufre desde hace años, luego de que al menos siete familias de ese lugar fueron reubicadas en un hogar de ancianos del municipio Plaza, con la promesa de que sería una medida temporal. Sin embargo, al estar hacinados, sin privacidad ni respuestas de las autoridades, algunos decidieron regresar a sus casas.
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