Una madre cubana compartió un mensaje en sus redes sociales en el que muestra su desacuerdo con la medida tomada por la Dirección Municipal de Educación de La Lisa, en La Habana, de quitar el pan de la merienda en los círculos infantiles.
Venus Carrillo Ortega escribió en su Facebook un detallado texto en el que rechaza la decisión, toda vez que el pan es para los niños cubanos un alimento esencial en la dieta diaria: "el salvador", "el que sostiene el hambre".
Ella es madre de un niño de cuatro años que asiste al círculo infantil Sueños de Martí, del reparto San Agustín, el cual, a pesar de las afectaciones de agua, las tupiciones de fosa y las insuficientes educadoras, se sentía tranquila.
"Que llegara con hambre a la casa, pues normal, todos los niños a esas edades y más, siempre tienen hambre; pero en los últimos días lo notaba más desesperadito que nunca por comer algo, lo que fuera, incluso lo que no le gustaba. Resulta que hoy en dicha reunión nos leen la circular. Y es que una de las pocas cosas que comía en el círculo, se lo habían quitado", explicó.
La joven afirmó que los padres hoy en día no tienen otras opciones de merienda para darles a sus hijos, porque casi todos los alimentos se venden solo en las tiendas en MLC o en los privados, a altísimos precios.
"De ahí que, tener asegurado hasta ahora merienda y almuerzo en círculos era una tranquilad para muchos", subrayó.
Venus relató que en la citada reunión de padres ella se quejó, y muchos la secundaron.
"Es que muchos niños, precisamente por la escasa variedad de alimentos y la mala educación nutricional que tenemos, solo meriendan pan; pan solo, sin nada, ese el duro, ácido y pequeño que te dan en la bodega. Entonces, ¿Qué me va a comer durante varias horas, hasta que mamá o papá lo recojamos en el círculo?", inquirió.
La indignada madre también recordó que algunos medios de prensa dijeron que se iba a garantizar el pan en instituciones educacionales como los círculos, y ahora, "de forma más discreta casi por debajo del telón", les informan a los padres que no será así.
"Me siento engañada, profundamente engañada", recalcó.
Por último, ella propuso a la directora del círculo que permitiera a los padres llevar el pancito que les toca por la cuota a los niños para la merienda, sin nada más, solo el pan. Pero la funcionaria respondió que no podía autorizarlo.
"Fue justo en ese momento que me sentí frustrada, impotente... ¿Cómo no nos pueden permitir a los padres poder garantizar lo mínimo (Señor mío, que solo hablo del pan de la bodega), para que no pasen tanta hambre y poder contribuir en algo a la situación? Cómo no nos van a permitir ayudar, cuando el estado no puede, por las razones que sean, pero no puede?", cuestionó.
"La que sí no puede quedarse callada y permitir que ultrajen mis derechos soy yo, como muchos padres que estaban allí conmigo", aseguró.
Hace alrededor de 10 días, las autoridades de La Habana informaron que la industria no tiene harina para elaborar pan, salvo el que se destina a la cuota normada y a otros sectores priorizados.
Julio Martínez Roque, coordinador del gobierno, explicó que la producción de pan se ha afectado por atrasos en el arribo al país del trigo y la harina, y por los altos precios actuales de los servicios marítimos.
"Ello solo garantiza la canasta familiar normada, la población penal, y un nivel para salud pública, los niños sin amparo familiar, hogar de ancianos, hospitales psiquiátricos y el de la Cadena cubana del pan", precisó el dirigente.
Según Martínez Roque, la situación actual obliga a que no se pueda garantizar el pan de consumo social de un grupo de organismos, ni el que se destina a la Gastronomía y a Educación.
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