La cubana Trilce Denis, madre de dos niños pequeños, estalló en redes sociales porque no soporta ver a su familia sufrir los apagones y la escasez de comida en el país.
“¿Hasta dónde y hasta cuándo nosotros tenemos que resistir?”, dijo Trilce en un desgarrador video donde expuso las dificultades a las que se enfrenta constantemente.
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La madre de 30 años, residente en La Habana, criticó la petición del gobernante Miguel Díaz-Canel al pueblo de resistir en las actuales condiciones de crisis en Cuba.
“Se para este señor a decir que el pueblo tiene que resistir. Resistir qué, qué es lo que nosotros tenemos que resistir. Hasta cuándo. Desde las cuatro de la tarde hasta las 12 de la noche nos tienen sin luz, sin avisar. Sin uno poder cocinar, los niños pasando calor, con los mosquitos picándole. Hasta cuándo”, profirió airada.
A pesar de las advertencias de sus padres, quienes le ruegan que no se queje, por las implicaciones que ello pudiera tener y porque, además, sus hijos no pasan hambre, la joven madre aseguró que no aguantaba más.
“Apagón, hambre, ahora no hay harina, no hay pan”, exclamó Trilce, y anunció su decisión de no enviar a su hijo de siete años a la escuela porque, en un contexto de tanta carencia de comida, el tema de resolver la merienda escolar se vuelve agotador y triste.
Reveló que ella tiene a su madre en Estados Unidos que la apoya, y puede, a falta de pan, comprar galletas en las tiendas de MLC para la merienda de su hijo, pero consideró criminal que otros sin nada para comer tengan que ver cómo el niño degusta su merienda.
“No lo voy a mandar porque soy humana, porque nada más pensar que mi hijo está comiendo un pan y el de al lado no, me da sentimiento”, recalcó.
En su alegato reclamó que no había nada para los pequeños, ni leche. La leche normada para su bebé de cinco meses, señaló, se la dieron blanca cuando le corresponde leche amarilla hasta cumplir el año. “De un día para otro cambiaron la leche de mi hijo. Todo el mundo sabe que a un bebé no se le puede cambiar la leche de un día para otro”, protestó.
Tampoco hay pañales desechables, compota ni toallitas húmedas, subrayó.
Trilce afirmó que nada debe ni agradece a la revolución, sino a su madre, que con 60 años la ayuda económicamente desde EE.UU., porque con su dinero no le puede comprar zapatos, calzoncillos ni pullovers a sus hijos.
Culpó también al gobierno cubano de traumatizar a su hijo con los cortes de electricidad y sembrar en él un sentimiento de odio cada vez que sufre los apagones.
La joven madre confesó estar cansada, y enumeró algunas de las razones de su desaliento: el precio del tanque de gas, la inflación, la medida de la venta del dólar con el cual no se puede comprar en las tiendas de MLC, entre otras.
Su directa fue respaldada por palabras empáticas de muchos internautas, en su mayoría madres, que relataron sus experiencias y afirmaron sentir la misma impotencia y sufrimiento. "Me encuentro en tu misma situación. Dependiendo (de) que mi madre me mantenga, cuando debería ser al revés", dijo una cubana.
Otras madres también han explotado en las redes por la ineficacia del gobierno y la crisis en la que está sumido el país.
El martes pasado, también le reclamó a las autoridades Mary Montes de Oca Pérez, madre de un hombre de 35 años que nació con una discapacidad mental severa y está operado de un tumor cerebral, y al que ella atiende sola sin ninguna ayuda.
Atormentada, recurrió a las redes sociales para exponer su caso porque solo recibe una pensión de 3,600 pesos para solventar los gastos suyos y de su hijo, que requiere una dieta especial.
Otras madres refieren su experiencia en medio de la situación crítica que se vive en Cuba a causa de los apagones.
Sobresalen por su alcance mediático denuncias como las de la joven Amelia Calzadilla, quien en varios videos fustigó las altas tarifas eléctricas impuestas, la falta de gas para poder cocinar a su familia, el precio de los alimentos y las carencias de todo tipo en el país.
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