El ministro de Economía de Cuba, Alejandro Gil, aseguró este jueves que en el primer trimestre de 2022 el PIB de Cuba creció un 10.9% con respecto a igual periodo de 2021.
Al intervenir ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, reunida en el Palacio de Convenciones de La Habana, el funcionario aseguró que este número "grande" se debe a que el pasado año el país estaba prácticamente paralizado, anticipándose a los cuestionamientos de semejante número cuando el país atraviesa una de las crisis más grandes de la historia, con casi todos los sectores al borde del colapso.
"Es una tasa grande, pero va contra un primer trimestre de 2021 en el que estábamos prácticamente paralizados. En 2021 habíamos decrecido un 12.7", aclaró.
En su intervención, que abordó el periodo del 1 de enero al 30 de junio, el ministro Gil también ratificó la meta de alcanzar un crecimiento de 4,0% al finalizar el actual año.
De acuerdo con el funcionario, la economía inició una recuperación gradual de sus niveles de actividad tras dos años consecutivos de contracción.
"El PIB creció, a precios constantes, un 1.3% con respecto al año anterior, que reportó un producto interno bruto muy inferior al del 2018", citó el portal oficialista Cubadebate.
Detalló al respecto que en 2017 la economía cerró con un crecimiento del 1.8%, mientras que en 2018 creció un 2.2%, lo que constituyó el resultado "más alto que ha tenido el país", aseguró Gil.
La caída comenzó en el segundo semestre de 2019 y la economía terminó con un decrecimiento del 0.2% ese año, lo que el funcionario achacó al recrudecimiento del embargo por las medidas del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Luego vino la gran caída del 2020, de un 10.9%, provocada por el embargo y la pandemia, según el ministro.
Desde hace varias semanas el funcionario viene celebrando la recuperación económica en el país, cuyos efectos todavía no llegan a ser percibidos por la población cubana.
En su intervención refiere que "las actividades con mayores números positivos son la salud pública y la asistencia social, las comunicaciones, hoteles y restaurantes (a partir de la apertura de fronteras) y la actividad de construcción". Todas estas, a excepción de la actividad hotelera, reciben críticas constantes por parte del cubano de a pie, que se queja de los malos servicios sanitarios, la escasez de alimentos y medicinas, y el incremento de la deuda habitacional del Gobierno.
Dice Gil que en contraste decrecieron las actividades productivas y de comercio, incluidas la industria manufacturera, el comercio y el suministro de electricidad, gas y agua; y anunció un paquete de medidas con las que aspira a recuperar la maltrecha economía nacional, donde reconoció que "terminamos importando más de lo que tenemos que importar".
La semana pasada Gil dijo ante empresarios mexicanos que la Economía llevaba cuatro trimestres consecutivos de recuperación, lo cual se evidenciaba en "incrementos en la producción agrícola de viandas, hortalizas y leche", según pudo leerse en las gráficas de la presentación posteadas en Twitter por Daiana Matech, directora de negocios de la Industria Agroalimentaria.
Explicó, además, que en lo que va de año se han recibido 682,297 turistas pero se mantiene la meta de alcanzar los 2.5 millones, lo cual daría un impulso aún mayor a la Economía.
Los cubanos, que creen que las palabras del ministro se contradicen con una simple revisión de la realidad cubana, no tardaron en reaccionar en redes sociales a "la impalpable" recuperación del sector.
"Qué papelazo, uno tras otro. Se paran a prometer y luego en la misma tribuna se paran a justificar el fracaso. Así llevan 63 años", dijo un internauta al comentar el post sobre la intervención de Gil publicado en Twitter por la Asamblea Nacional.
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