A cinco años del paso del Huracán Irma por buena parte del territorio cubano, continúan sin reparar una buena parte de las viviendas afectadas por las lluvias y los vientos en la provincia Ciego de Ávila.
Solo en el municipio de Chambas sufrieron derrumbes totales 1,300 casas, de acuerdo con un reporte del periódico oficialista local Invasor, que reconoce además que una de las comunidades más dañadas es la de Los Perros, donde quedaron destruida numerosos hogares con techos de guano, las cuales, hasta hoy siguen sin ser reconstruidas por el estado, que pone como excusa la falta de recursos.
El medio de prensa admitió que algunas de las viviendas se encuentran estancadas en el proceso de cimentación, por lo que su avance en este quinquenio ha sido prácticamente nulo. La situación resulta incluso más precaria para las madres de tres hijos o más que aún no reciben el apoyo del gobierno para resolver su problema de habitabilidad.
Los vecinos de Los Perros criticaron el accionar de las autoridades locales y específicamente la que realiza la Asamblea Municipal del Poder Popular, cuyos funcionarios distribuyen de manera inadecuada los materiales y recursos para la reparación de las casas, beneficiando a “unos por encima de otros sin justificación objetiva”.
Las principales afectaciones que todavía persisten son la falta de cubiertas para los inmuebles y el agravamiento de las filtraciones a través de las paredes agrietadas tras el paso del fenómeno meteorológico. Los residentes de la zona reclamaron además que el gobierno no tiene en cuenta otras situaciones familiares, como la presencia de niños pequeños, ancianos y personas con distintos padecimientos de salud.
Juan Ramón Borroto Moya e Ismael Escobar Vera, delegados de las dos circunscripciones del poder popular en esa comunidad justificaron el mal trabajo que realizan y afirmaron que “todos los recursos han sido dispuestos para los damnificados” y que “ninguna labor está atrasada por falta de mano de obra”.
Edelso Ramos Linares, funcionario del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba escuchó las quejas y planteamientos de los vecinos en una de las llamadas “visitas integrales” en la que no ofreció soluciones concretas, sino que se limitó a ofrecer respuestas ambiguas.
De acuerdo con Invasor, Ramos Linares apenas pidió al gobierno avileño “chequear constante y rigurosamente estos temas con técnicos y autoridades de Chambas, asignar un responsable administrativo, que la Asamblea periódicamente tenga reuniones con los compañeros de mayores afectaciones, una mejor organización. Esas son diferentes respuestas inmediatas que se le pueden dar de manera integrada a la comunidad”.
El directivo del PCC hizo gala de un discurso envolvente y vacío para tratar de calmar a los pobladores de Los Perros quienes, no obstante, aprovecharon el momento para insistir en otras dificultades que sufren: las insuficiencias de acueducto, la inutilización hace años de la sala de videos y la limitada cantidad de libretas de abastecimiento que impide entregar ese mecanismo de racionamiento alimenticio a todas las familias de la zona.
La crítica situación de la vivienda constituye un fenómeno nacional. Casos similares a los que presentan los residentes en Ciego de Ávila, los presentan los habitantes de Pinar del Río, territorio donde el gobierno se vio obligado a reconocer en febrero de 2022 que algunas viviendas damnificadas por los ciclones que han pasado por esa provincia durante los últimos 10 años continúan sin ser reparadas.
El primer secretario del Partido en esa localidad, Julio César Rodríguez Pimentel, dijo que durante 2021 se dejaron de construir 243 casas estatales, 407 subsidios y 213 por esfuerzo propio. Asimismo quedaron desatendidas las madres con tres hijos o más que aún no tienen inmueble propio.
La situación de la vivienda en Pinar es tan compleja que, en abril de este año, trascendió que las autoridades orientaron la construcción de edificaciones con techo de bóveda, como una “alternativa” ante la aguda escasez de materiales.
Algunos casos individuales relacionados con el problema de las casas en la isla han sido noticia en las últimas semanas. A mediados de mayo, se conoció la historia de Geli Dupote y su esposo, residentes en Marianao, La Habana, que se quedaron sin hogar, luego de que el gobierno demoliera su infravivienda.
De acuerdo con su publicación en redes sociales las autoridades les dijeron que supuestamente sustituirían su inmueble por otro más confortable, como parte de un proyecto social que se quedó sin presupuesto, hace más de seis meses.
En fecha similar una abuela cubana denunció las pésimas condiciones de la vivienda donde residen su hija y sus dos nietas menores de edad. Gisela Vázquez Jiménez compartió varias fotos en el muro de Facebook del grupo "El Chago - Santiago de Cuba", en las que se ve la pobre casucha en la que habitan la mujer y sus niñas, quienes además padecen discapacidad mental.
En tanto, el gobierno cubano potencia las inversiones en el sector turístico y destina cuantiosos recursos a la construcción de un Parque Fantástico en la ciudad de Camagüey, por un valor de 56 millones de pesos. Las autoridades de Turismo en esa provincia anunciaron la edificación de “un espacio emblemático con fines recreativos y así consolidar la posición de la capital camagüeyana como potencial destino para los visitantes foráneos”.
A propósito de la desatendida crisis de la vivienda y el enfoque del régimen en el turismo, el economista Pedro Monreal destacó que incluso “recibiendo 2,5 millones de visitantes internacionales en 2022 'sobraría' algo más de la mitad de las habitaciones hoteleras de Cuba”, por lo que parecería lógico “adoptar racionalmente una 'pausa' en la inversión hotelera”, porque, definitivamente existen “otras prioridades”, apuntó el investigador.
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