El periodista y musicólogo estadounidense John Radanovich prepara un libro en el que abordará la influencia del creador del mambo, el cubano Dámaso Pérez Prado, en la música de EE.UU.
Un texto publicado por el periódico mexicano La Jornada reveló que el investigador, autor de Wildman of Rhythm, The Life & Music of Benny Moré (El Bárbaro del Ritmo, la vida y música de Benny Moré), reflejará en esta nueva obra los años en que Pérez Prado vivió en Estados Unidos desde 1953 y 1964, así como los motivos por los que fue expulsado de México, a pesar de su enorme popularidad en el país.
“Sería desde la perspectiva del estadounidense, y todas las cosas que el pianista realizó allá. También revisitar la escena europea, ya que su hermano Pantaleón mantuvo una orquesta de mambo en Italia. Este ritmo también ejerció gran influencia en el cine y la música de esa nación, al igual que el jazz de Estados Unidos y la música de Nueva Orleans”, aclaró el escritor en entrevista con el medio de comunicación.
“Radanovich quisiera retomar ese momento de Pérez Prado y a todas las personas que lo ayudaron, como la empresaria Margo Su, el cantante Kiko Mendive y las rumberas, en particular, Ninón Sevilla”, explica la publicación.
El musicólogo estadounidense pretende abordar incluso los encuentros entre Benny Moré y el llamado Rey del Mambo durante la década de 1940, así como las grabaciones que compartieron, justo cuando despegaban sus respectivas carreras artísticas.
El interés de Radanovich en el músico cienfueguero surgió a partir de sus entrevistas con el saxofonista cubano, radicado en Miami, Paquito D’Rivera. El periodista conoció de cerca la salsa y tuvo la posibilidad de conversar con las legendarias cantantes Graciela Pérez y Celia Cruz, quienes siempre mencionaban la influencia de Moré.
Como parte de su investigación descubrió una grabación de principios de los años 60 de Generoso Jiménez, ex trombonista del Bárbaro del Ritmo y decidió, con la ayuda de D’Rivera, escribir un libro sobre su vida, que finalmente publicó en 2009.
Durante el proceso de indagación viajó a Cuba y conoció a parte de la familia Moré, incluso a un nieto del artista, radicado en Miami. Radanovich invirtió 13 años de su vida en desandar los caminos del virtuoso cantante de Santa Isabel de las Lajas y logró incluso demostrar que tuvo una descendencia de 16 hijos.
Tras la publicación de ese primer texto biográfico, el musicólogo estadounidense comenzó a recibir materiales inéditos y grabaciones hasta ese momento desconocidas, que lo llevaron a iniciar este nuevo proyecto dedicado a Pérez Prado.
El arraigo del artista cubano en México fue tal que en 2017, la compañía Conjuro Teatro de ese país estrenó la obra Yo soy el rey del mambo, precisamente en el marco de las actividades por el centenario del músico. La pieza estaba basada en un texto de Ulises Rodríguez Febles y fue dirigida por la dramaturga Dana Stella Aguilar.
En 2015, la revista Billboard publicó una encuesta en la que relacionó las mejores canciones latinas de la historia e incluyó el tema “Mambo No. 5” en el listado. Pérez Prado, natural de Matanzas, fue el mayor responsable de la fama mundial de ese ritmo en la década de 1950. Su prestigio internacional fue tal que el compositor ruso Igor Stravinski lo catalogó de genio y a sus piezas las calificó como una suerte de explosión musical.
El artista estudió piano clásico durante su juventud, pero siempre tuvo más inclinación por la música popular y desde los años cuarenta comenzó a tocar con el conocido grupo Casino de la Playa.
Los discos que contenían “Mambo No. 8” y “Patricia”, dos de sus canciones más populares, tuvieron enorme éxito entre el público estadounidense, por lo que en 1951 emprendió una gira por la costa oeste de ese país, con audiencias de miles de espectadores. Alcanzó la cima en 1955 con el tema "Cherry Pink and Apple-Blossom White", conocido en español como "Cerezo rosa".
Pérez Prado murió el 14 de septiembre de 1989 en Ciudad de México a los 72 años.
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