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El director ejecutivo del Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP), Alberto Corzo, sufrió este sábado una brutal agresión a manos de dos personas desconocidas que, según denunció, serían presuntos represores de la Seguridad del Estado.
La agresión se produjo en la provincia de Matanzas, luego de una “entrevista” realizada por los oficiales de la Seguridad del Estado identificados como agentes Fernando y Alexander Herrera.
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Un comunicado del ICLEP afirmó que el ataque se produjo de forma sorpresiva “por dos individuos especialistas en artes marciales”, a los que identificó como miembros de “la policía política”.
Luego de la brutal golpiza que le propinaron, los individuos lo dejaron tirado en la carretera sin robarle ninguna de sus pertenencias. El hecho, que se suma a otros de igual naturaleza contra periodistas independientes, provocó la enérgica condena del ICLEP a la dictadura cubana.
Corzo fue recogido de la carretera por un cochero que lo transportó hasta el hospital Mario Muñoz Monroy del municipio Colón. Allí le fueron negados los certificados de lesiones con la excusa de no podían “conocer en detalles los daños a su organismo”, ya que en dicha institución no contaban con aparato de Rayos X para examinarlo.
Un fuerte dispositivo de seguridad policial se desplegó en el hospital y alrededores, según indicó la esposa del periodista, Martha Liset Sánchezm quien informó a la dirección general del ICLEP, que el operativo estuvo dirigido por el “conocido” represor Ramón de Almas.
“El especialista en ortopedia que lo atendió le inmovilizó el brazo por posible fractura de clavícula y lesión en el codo de su brazo izquierdo, indicándole analgésicos”, precisó Sánchez sobre el estado del periodista.
“En estos momentos, Corzo fue trasladado a la cabecera provincial, por su hermano, para ver si consiguen lo examine otro especialista y le realicen los exámenes médicos requeridos”, añadió.
Además, los integrantes del ICLEP denunciaron que su director ejecutivo quiso interponer una denuncia en la policía contra los represores de la Seguridad del Estado, pero el capitán que lo atendió en la unidad de policía “se negó a recepcionar la denuncia”. Asimismo, denunciaron el corte de las comunicaciones telefónicas de Corzo.
Según el ICLEP, “el matrimonio de periodistas compuesto por Alberto Corzo y Martha Liset Sánchez es víctima, de forma sistemática, de diferentes tipos de agresiones por parte del régimen cubano”. El pasado año, precisaron, el periodista “fue agredido unas 33 veces mientras que su esposa [lo fue] en unas 25 ocasiones”, consistiendo la mayoría de ellas en detenciones arbitrarias.
“Por el simple hecho de que sus padres son periodistas independientes”, también han resultado acosados los hijos menores de edad de la pareja. “En una ocasión fueron agredidos físicamente por su maestra y en otra por tres mujeres aleccionadas por la policía política. Las agresiones contra los niños han provocado que uno de ellos sufra un trastorno psiquiátrico obsesivo compulsivo”, denunció el ICLEP.
Para esta institución, el modus operandi de la agresión contra Corzo “es igual a la que sufrió el pasado año la directora del medio de comunicación comunitario El Majadero de Artemisa, Mabel Páes, cuando dos personas encapuchadas se metieron en su casa y la golpearon salvajemente sin robarle nada”.
“Exijo justicia, que los cobardes y abusadores autores de la agresión contra nuestro director ejecutivo sean llevados a los tribunales. Que no exista impunidad”, señaló el director general del ICLEP, Normando Hernández, condenando la “cobarde agresión contra el periodista Alberto Corzo, su familia y todos los periodistas cubanos”.
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