Ivanka Trump, hija del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, envió alimentos a las familias ucranianas en Kiev, donde se libran numerosos combates contra el ejército invasor ruso.
La exasesora de la Casa Blanca dijo en sus redes sociales que están siendo distribuidas más de un millón de raciones de comida a los ucranianos y agradeció al personal que ha facilitado que la ayuda llegue a los más necesitados.
"Quiero agradecer a los rabinos, sacerdotes, voluntarios y camioneros que arriesgan sus vidas para entregar estas comidas a los más vulnerables en las ciudades de Ucrania", afirmó.
Ivanka, de 40 años, subrayó que "el pueblo de Ucrania está en nuestros pensamientos y nuestras oraciones".
"Has inspirado al mundo con tu coraje y valentía", dijo en su mensaje, que conmovió a decenas de seguidores quienes la alentaron para que se postule a la presidencia de EE.UU. en 2024.
En su publicación aparecen videos y fotografías de las comidas, mientras eran supuestamente distribuidas a ciudadanos ucranianos. "Nuestras comidas, enviadas con amor y oraciones, llegando a Kiev", señaló.
Anteriormente, Donald Trump dijo que con él en la presidencia la invasión rusa contra Ucrania no se hubiese producido y culpó a Biden del problema.
Asimismo, elogió la inteligencia del presidente ruso, Vladimir Putin frente a Occidente, a cuyos líderes criticó.
"Aquí hay un tipo [en referencia a Putin] que dice: 'Voy a declarar independiente a una gran parte de Ucrania (...) y nosotros vamos a ayudar a mantener la paz'. Hay que reconocer que es muy inteligente", señaló en una entrevista en febrero pasado.
Trump afirmó que si él estuviera ahora en la Casa Blanca, el reconocimiento del Kremlin de la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, las dos regiones separatistas al este de Ucrania, "nunca habría ocurrido".
Tras decir que Biden es un mandatario "débil", señaló que Occidente está "permitiendo que [Putin] se salga con la suya en este asalto a la humanidad. Putin está tocando a Biden como un tambor", subrayó.
Este martes Rusia informó que había decidido "reducir fundamentalmente" sus operaciones cerca de la capital Kiev y de otra ciudad importante del norte de Ucrania, para "aumentar la confianza mutua" en las conversaciones bilaterales que buscan poner fin a la guerra.
El viceministro de Defensa de Rusia, Alexander Fomin, explicó que las fuerzas rusas reducirán "la actividad militar en dirección a Kiev y Chernígov", una declaración que se produjo tras una nueva ronda de contactos entre los dos países en Estambul.
Esa parece ser la primera gran concesión del Kremlin desde que lanzó su invasión sobre el país vecino el pasado 24 de febrero.
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