SEÚL (Reuters) - Corea del Norte llevó a cabo este jueves el que se cree que es el mayor ensayo con misiles balísticos intercontinentales (ICBM) de su historia, informaron los ejércitos de Corea del Sur y Japón. Es el dramático fin de una moratoria autoimpuesta sobre las pruebas de largo alcance.
Sería el primer lanzamiento con capacidad completa de los misiles más grandes del Corea del Norte, que posee armas nucleares desde 2017.
El hecho representaría un paso importante en el desarrollo de armas que podrían ser capaces de lanzar ojivas nucleares a algún lugar de Estados Unidos.
La vuelta de la nación norcoreana a las grandes pruebas armamentísticas supone un nuevo quebradero de cabeza de seguridad nacional para el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en un momento en que mandatario estadounidense está inmerso en la respuesta a la invasión rusa de Ucrania, y supone un reto para el próximo gobierno conservador de Corea del Sur.
"Este lanzamiento es una violación descarada de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, eleva de forma innecesaria las tensiones y provoca un riesgo de desestabilización de la situación de seguridad en la región", dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en un comunicado.
"La puerta no se ha cerrado a la diplomacia, pero Pyongyang debe cesar de inmediato sus acciones desestabilizadoras", añadió.
Corea del Norte había dejado en suspenso sus pruebas nucleares y de ICBM desde 2017, pero ha defendido las armas como necesarias para la autodefensa, asegurando que los acercamientos diplomáticos de Estados Unidos no son sinceros, ya que Washington y sus aliados mantienen "políticas hostiles" como las sanciones y los ejercicios militares.
El presidente saliente de Corea del Sur, Moon Jae-in, que hizo del compromiso con el Norte uno de los principales objetivos de su Gobierno, condenó el lanzamiento como "una violación de la moratoria sobre los lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales que el propio presidente Kim Jong-un prometió a la comunidad internacional".
También se trató de una grave amenaza para la península coreana, la región y la comunidad internacional, y una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, añadió Moon, que dejará el cargo en mayo.
El último lanzamiento de misiles fue un "acto de violencia inaceptable", dijo por su parte el primer ministro japonés, Fumio Kishida.
El lanzamiento del ICBM de este jueves llevó a Seúl a probar una andanada de sus propios misiles balísticos y aire-tierra más pequeños para demostrar que tiene la "capacidad y preparación" para atacar con precisión los lugares de lanzamiento de misiles, las instalaciones de mando y apoyo, y otros objetivos en el Norte si fuera necesario, dijo el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur en un comunicado.
El lanzamiento de este jueves sería al menos la undécima prueba de misiles este año, una frecuencia sin precedentes.
Las autoridades japonesas dijeron que parecía ser un "nuevo tipo" de ICBM que voló durante unos 71 minutos a una altitud de unos 6,000 kilómetros y voló 1,100 kilómetros desde su lugar de lanzamiento.
La guardia costera dijo que el proyectil cayó dentro de la zona económica exclusiva (ZEE) de Japón, a 170 kilómetros al oeste de la prefectura septentrional de Aomori, a las 15:44 horas (0644 GMT).
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur situó la altitud máxima del misil en 6,200 kilómetros y su recorrido en 1,080 kilómetros.
Eso es más alto y lejos que la última prueba de ICBM de Corea del Norte de 2017, cuando lanzó un misil Hwasong-15 que voló durante 53 minutos a una altitud de unos 4.475 kilómetros y con un alcance de 950 kilómetros.
(Reporte de Josh Smith, Hyonhee Shin y Ju-min Park en Seúl y Sakura Murakami en Tokio; editado en español por Flora Gómez y Carlos Serrano)
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