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Miles de inmigrantes cubanos que entraron de manera irregular a Estados Unidos tras la suspensión de la política de "pies secos/pies mojados" podrán procesar finalmente su residencia permanente en el país, según una decisión gubernamental anunciada este miércoles.
El beneficio migratorio, otorgado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y su Oficina de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), es resultado de un acuerdo administrativo en respuesta a una demanda federal presentada por abogados de Miami.
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La medida favorecerá a todos los nacionales cubanos que ingresaron a territorio estadounidense después del 12 de enero de 2017 y hasta el 17 de noviembre de 2021, y quienes fueron registrados por las autoridades migratorias con un permiso de libertad bajo supervisión, identificado como I-220A. Los solicitantes regularizarán su situación migratoria al amparo de la Ley de Ajuste Cubano (CAA).
"Es una gran victoria para gran parte de los cubanos que entraron de manera irregular al país, pero esta es una batalla que continúa, porque solo hemos ganado la mitad de nuestros reclamos", dijo a CiberCuba la abogada Claudia Cañizares, quien formó parte del equipo legal de la demanda.
Según explicó Cañizares, la decisión va a favorecer a todos cubanos que están calificados con un I-220A en la categoría de "arriving alien" luego de presentarse en un punto fronterizo o fueron liberados bajo fianza por la Oficina de Aduanas y Control de Fronteras (ICE), pero excluye a aquellos que se considera lo hicieron de manera ilegal, como son categorizadas las entradas a través del Río Bravo, por ejemplo.
También podrán solicitar su legalización por esta vía cientos de cubanos registrados en el Programa de Protección del Migrante (PPM), conocido como "Permanecer en México", una alternativa impuesta a partir de 2019 por la administración de Donald Trump para esperar por el procesamiento de sus casos del otro lado de la frontera.
El memorando emitido por USCIS no valida el I-220A como un documento de admisión o parole (I-94), pero manifiesta que a los portadores de un I-220A no se les puede negar la solicitud de residencia permanente por no tener un I-94.
"Lo que se ha determinado es que no tener un parole no puede ser una excusa para rechazar la solicitud de residencia legal a estas personas", señaló Cañizares, presidenta de la firma Canizares Law Group, en Miami.
El litigio fue aplazado el pasado diciembre para posibilitar la negociación de ambas partes en busca de un acuerdo que beneficiara a miles de inmigrantes cubanos, actualmente en un limbo legal. El abogado Mark Prada, del bufete Prada & Urizar en Coral Gables, ha encabezado la batalla legal junto a Cañizares desde 2018.
Cañizares estima que la medida podría permitir acceder a la residencia legal a unos 40 mil cubanos de los más de 95 mil que han entrado irregularmente a Estados Unidos por puntos fronterizos entre los años fiscales 2017 y 2021, mayormente a través de México.
El caso fue presentado inicialmente en nombre de 21 inmigrantes cubanos en posesión del I-220A, pero el grupo de demandantes creció luego a 43 personas. La medida protegerá a cubanos radicados en diversos estados, repartidos entre Florida, Texas, California, Kentucky, Tennessee y Nebraska.
La abogada insistió en que el memorando de USCIS es muy específico en cuanto a los requerimientos para los solicitantes. Las personas deben haber permanecido sin ausentarse del territorio de Estados Unidos desde su entrada al país y pueden, incluso, solicitar una reapertura de su caso si su petición de residencia fue anteriormente rechazada.
No queda claro qué sucederá con los cubanos que llegaron por la frontera después del pasado 17 de noviembre, fecha límite establecida por USCIS para otorgar el beneficio migratorio. Según cifras oficiales, más de 17 mil cubanos han entrado a Estados Unidos desde entonces a la fecha, la mayoría registrados con I-220A.
Las cifras se han disparado como resultado de la decisión de Nicaragua de suspender el visado de tránsito para cubanos, lo que ha estimulado una avalancha de residentes en la isla para recorrer la llamada "ruta centroamericana" y llegar a la frontera mexicana para pedir refugio político.
Hasta que permaneció vigente la política de "pies secos/pies mojados", los cubanos que se presentaban en puntos fronterizos con México o Canadá, o lograban llegar a tierra por vía marítima, recibían un parole, con el cual podían solicitar la residencia permanente por la CAA al cabo de un año de estancia ininterrumpida en el país.
Pero la decisión de la administración de Barack Obama de suspender esa provisión migratoria, establecida en 1995, cambió radicalmente el proceso de legalización del estatus para los cubanos.
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