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Una joven cubana sufrió un asalto el pasado viernes en la noche en La Habana, cuando volvía andando a su casa y dos delincuentes la abordaron a punta de pistola para quitarle la cartera.
“El viernes en la noche, entre las 11 y 12, mientras volvía a casa, dos tipos se bajaron de la guagua conmigo y me siguieron todo el camino a casa. Fueron hablando y saludando a los que nos cruzamos, en su intento de parecer de la zona”, denunció Wendy Oliva González este martes en sus redes sociales.
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La joven relató que los presuntos ladrones aparentaban ser jóvenes y lucían bien vestidos. “El uno, negro, delgado, de estatura promedio, con gorra negra, nasobuco y pulóver negro. El otro, jabao, de pelo amarillo, de estatura mediana igualmente”.
“Una cuadra antes de [llegar a] casa, el de color negro me asaltó. Me amenazó con una pistola y me quitó la cartera. Hay muchísimos reportes de esta pareja atacando en diferentes municipios, por favor sean cuidadosos”, alertó la joven, vecina de Aldabó, el barrio donde ocurrieron los hechos.
Ante la amenaza que supone la pareja de presuntos delincuentes, la joven aconsejó no andar solos por la calle. “Presten atención a su alrededor; si ven un par como estos, busquen refugio, no se confíen. Incluso denuncien a la policía siempre”, recomendó la víctima, una joven que se dedica a la fotografía.
Según explicó en los comentarios, durante el atraco el asaltante armado le pegó la pistola a sus costillas. "Que miedo Wendy, no puedo imaginar el susto. Espero que estés bien. Te pido permiso para compartir tu historia", le dijo una usuaria de Facebook.
La historia de esta joven, desafortunadamente, se está volviendo cada día más común en las calles cubanas, donde la inseguridad aumenta a medida que la crisis del país se agudiza y las fuerzas policiales están concentradas en reprimir las protestas y a los activistas que reclaman derechos y libertades.
Las noticias de asaltos -algunos de ellos realizados con objetos contundentes, armas blancas, e incluso de fuego- son cada vez más frecuentes en el territorio nacional. Robos de motos, bicicletas y hasta automóviles son denunciados en las redes sociales, donde muchos usuarios se quejan de la pasividad de las autoridades, o su excesiva concentración en la represión por motivos políticos.
A finales de enero, un motorista fue asaltado violentamente en la provincia Santiago de Cuba con la intención de robarle la moto, una TS 250 de color verde. La víctima fue reportada como grave en un hospital local, según denunciaron sus familiares en redes sociales.
Su hermano aseguró que al hombre "le dieron duro en la cabeza y tiene lesiones en todo el cuerpo". En declaraciones a CiberCuba detalló que fue golpeado con un bate y que se encontraba estable, sin fracturas en otras partes que también fueron lesionadas.
Decenas de denuncias dan cuenta de una ola de asaltos y violencia en las calles cubanas, especialmente contra motoristas, que ha costado la vida a al menos dos personas.
A comienzos de año, varios cubanos reaccionaron indignados en redes sociales por una nota informativa del Ministerio del Interior (MININT) acerca de los presuntos robos violentos de motocicletas durante las últimas semanas en el país.
El comunicado, leído en el Noticiero Nacional de Televisión, desató decenas de comentarios llamando la atención sobre la tensa situación que viven hoy algunos territorios de la isla, bajo una supuesta ola de asaltos tanto a conductores de vehículos como a transeúntes.
Días después, a mediados de enero, una familia residente en la provincia de Santiago de Cuba denunció un asalto a mano armada en su vivienda que acabó con el robo de una computadora y un teléfono celular.
“Le abrieron la puerta, que se había quedado entrejunta y entró un hombre con una pistola en la mano, le dijo que no gritara, ni que hablara nada”, precisó Miguel Cintra, sobrino de la víctima, identificada como Yamila de la Cruz Chaveco.
Según explicó a America Tevé, su tía salió a despedirse de su esposo que se va siempre en carro a trabajar sobre las 5 de la madrugada. Al regresar a la vivienda, la mujer dejó una reja abierta, oportunidad que aprovechó el ladrón para abrir la puerta de la casa y amenazarla con una pistola.
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