El cónsul de Bulgaria en La Habana, Georgi Gaytandzhiev, confirmó a CiberCuba que su gobierno está al tanto de la situación del prisionero búlgaro Andrian Georgiev, víctima de una golpiza propinada por un guardia en la prisión para extranjeros La Condesa, en Mayabeque, en diciembre pasado.
En respuesta a una petición de información de nuestro medio, el cónsul dijo que “el MINREX de la República de Bulgaria tiene conocimiento sobre el caso del Sr. Andrian Georgiev”, aunque no precisó detalles sobre su evolución tras el ataque.
El funcionario agregó que “para proporcionar información sobre su estado”, es necesario solicitarla “a través de una carta oficial con la Dirección ‘Centro de Prensa’ del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Bulgaria”.
El 22 de diciembre del pasado año, CiberCuba dio cobertura a denuncias de varias fuentes, incluido un hermano de Georgiev, que aseguraban que el ciudadano búlgaro, acusado de fraude con tarjetas magnéticas en la isla, había sido salvajemente “golpeado y amenazado por el jefe de reeducación Primer Teniente Luis Manuel Madera Miranda” por pedir asistencia médica.
El oficial ya le había pronosticado que “no va a salir con vida de esta prisión”, según los testimonios de entonces.
Recientemente, CiberCuba tuvo acceso a un breve mensaje del propio Georgiev donde aclaró que la paliza sucedió el 1ro de diciembre y el día 23 comenzó a sufrir fuertes dolores. Tras ser llevado de urgencia a un hospital local, el médico dictaminó que “tenía los riñones inflamados”, dijo, y agregó que su vida corre peligro.
Desde entonces, Georgiev “no puede caminar”, tiene un brazo inmovilizado y sufre de constantes dolores, según la información llegada a esta redacción a través de otro reo en La Condesa. Stilian, hermano de Georgiev, insiste en que “solo sé que la salud no es buena”, en referencia al deterioro de su familiar.
Otra cuestión que preocupa a los allegados de Georgiev es que luego de su regreso del hospital, los sanitarios del penal “le inyectan algo que no sé lo que es, que lo pone a dormir”.
“Es lo que le pasa a todos los que se quejan de algo porque aquí no hay medicinas”, dijo uno de los reos, lo que coincide con denuncias similares hechas anteriormente.
Las fuentes consultadas no han podido precisar si los recién diagnosticados problemas renales guardan relación con la golpiza o si están relacionados con la enfermedad que lo aqueja desde hace aproximadamente cinco meses.
Tampoco pueden explicar si la falta de movilidad del reo búlgaro se deba al efecto de posibles barbitúricos administrados o a daños ocasionados por la golpiza. De cualquier manera, todos los testimonios coinciden en que el estado de salud del ciudadano búlgaro ha empeorado tras la paliza.
En cuanto al primer teniente que golpeó a Georgiev, aún continúa trabajando en La Condesa. Sin embargo, desde la golpiza, los reos comenzaron a quejarse con el alto mando en la cárcel para extranjeros y están a la espera de que tomen medidas contra el oficial, al que describen como “muy agresivo”.
“Él es muy agresivo y todo el mundo sabe que a él no le gusta mucho la gente. Y todavía está aquí, incluso después de lo que hizo, está viniendo todos los días, no sé qué pasa porque se habló con el fiscal militar y se denunció lo de la amenaza y la paliza y nada ha pasado aún”, dijo uno de los prisioneros en La Condesa.
El reo consideró muy positivo que las personas estén denunciando los abusos a los que son sometidos, pero al mismo tiempo lamenta que “todo ha empeorado aquí”, en cuanto a las condiciones del penal y al trato hacia los presos.
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