Magdiel Rodríguez, Javier Delgado Torna, José Rodríguez, Carlos Michael Morales e Isel Fumero fueron sentenciados por un tribunal en Caibarién, Villa Clara, a condenas que alcanzan hasta los cuatro años y seis meses de prisión por participar en las protestas del 11J en Cuba.
"Aunque en estos casos las sentencias fueron un poco menores que la petición fiscal, que sepan que nadie está conforme. Nadie que ejerza el derecho a manifestarse puede ser ajusticiado por hacerlo", escribió en su perfil de Facebook la activista cubana Saily González Velázquez.
Durante el desarrollo del juicio se rechazó el testimonio de varios testigos de la defensa y solo tuvieron oportunidad de hablar las personas que presentó la Fiscalía.
"Estas personas son presos políticos, a pesar de que el tribunal los ha condenado por delitos comunes", añadió González Velázquez en su publicación.
A Magdiel Rodríguez lo sentenciaron a cuatro años y seis meses; a Javier Delgado Torna y José Rodríguez a tres años y seis meses; Carlos Michael Morales permanecerá en prisión dos años y 10 meses; y a Isel Fumero lo condenaron a dos años y seis meses de privación de libertad.
Yumey Fumero Cabarroca, hija de uno de los acusados por el régimen cubano, declaró a CiberCuba el descontento de la familia tras conocerse la sentencia, que consideran injusta.
"Mi padre ha sido sentenciado a dos años y seis meses de prisión; se le ha fabricado una causa. Durante la celebración del juicio tuvo a ocho testigos que se ofrecieron a prestar declaraciones a su favor -algunos sin conocerle-, puesto que vieron todos los abusos que se cometieron en su contra, los golpes que le dieron sin siquiera haber gritado ni una consigna. Algunos eran hasta militantes del partido y de nada sirvió", dijo la joven cubana, que desde España permanece al tanto del proceso y en reiteradas ocasiones ha denunciado la situación de vulnerabilidad legal que viven los detenidos del 11J.
"No les ha importado nada. El supuesto policía que llevaron de testigo no sabía ni quién era mi padre cuando le pidieron identificarlo", aseguró.
"Como hija me siento llena de odio, de impotencia y aún más asqueada de ese maldito comunismo y de sus acólitos. Lo único que sirve de todo esto es que mi padre será otro ejemplo viviente de lo cruel e injusto que es el sistema en Cuba, que los cubanos somos esclavos modernos, no tenemos el derecho ni siquiera de pensar y, sobre todo, que estamos solos. Esa es la condena que tenemos que pagar por sustituir el amor a Dios por el amor al diabólico comunismo", advirtió.
La petición fiscal para Isel Fumero era de seis años de privación de libertad y, aunque la sentencia del tribunal terminó siendo menos de la mitad de ese tiempo, la familia apelará.
El testimonio de los familiares sostiene que Fumero no gritó consignas durante las protestas, solo salió a defender a una mujer que era víctima de la represión policial.
Lo acusan de desacato a la autoridad, porque en el forcejeo le desprendió tres botones de la camisa a un oficial de la Policía y según la fiscalía, ello era elemento suficiente para juzgarlo frente a un tribunal.
"Eso es totalmente falso porque los videos muestran a mi papá esposado y con las manos en alto, porque no es una persona violenta", señaló la hija del preso político hace unos meses, cuando se conoció la petición fiscal.
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