El sacerdote cubano Kenny Fernández Delgado visitó a los padres de Jonathan Torres Farrat, el adolescente de 17 años detenido tras las históricas protestas del 11J, y les dio “una gota de consuelo” para el sufrimiento que padecen desde el arresto del menor.
“Hoy Dios me dio la oportunidad de visitar a Bárbara Farrat Guillén y a su esposo Orlando, ellos son los padres de Jonathan Torres Farrat, quien solo tiene 17 años y está preso hace 4 meses”, expresó este sábado el padre Kenny en un mensaje de felicitación por el nuevo año publicado en sus redes sociales.
Solidario con el dolor de los familiares del adolescente, el padre Kenny se sintió incapaz de felicitarles por el Año Nuevo, “pues me dijeron que no tienen motivos para celebrar nada. De hecho estaban de ayuno desde el 30 de diciembre hasta el 1ro de enero”, manifestó el párroco de la iglesia de Madruga.
“Hoy ha sido un día muy duro para ellos, es el primer fin de año [que pasan] separados, pero lo más doloroso es que ellos lo consideran una separación injusta, ilógica e ilegal. El tiempo se me fue muy rápido entre momentos de risa y de profundo dolor”, confesó el sacerdote, quien alabó el sentido del humor de Bárbara Farrat.
Además, dedicó elogios a la firmeza y decisión de la madre de Jonathan, quien se ha mostrado dispuesta a “exigir la liberación no solo de su hijo, sino también de todos los demás manifestantes presos del 11J y el resto de los presos políticos”.
Este jueves, Farrat Guillén denunció el acoso que sufre por parte de un agente de la Seguridad del Estado que le amenaza para que deje de denunciar la situación de su hijo a través de directas de redes sociales.
Precisamente a través de una directa, la madre se declaró abiertamente activista por los Derechos Humanos en Cuba y sostuvo haber encontrado “una familia” en las redes sociales, señalando que el activismo le había dado un motivo de lucha por el cual está dispuesta a continuar denunciando las violaciones de los derechos humanos por parte del régimen totalitario cubano.
Asimismo, hizo pública su voluntad de realizar un ayuno de 72 horas a partir del 30 de diciembre para protestar y exigir la liberación de su hijo y la de todos los menores detenidos en Cuba tras las protestas del 11J.
"Yo no tengo nada que perder. Este gobierno no se da cuenta de que con el corazón de una madre no se juega", dijo conmocionada este jueves la cubana, asegurando que a pesar de las maniobras de la Seguridad del Estado, seguirá denunciando los atropellos del régimen.
“Estoy muy contento de haber podido compartir un buen rato con Bárbara y su esposo Orlando, y darles una gota de consuelo en medio del inmenso dolor que implica tener a su hijo preso ya más de 4 meses, aun sin petición fiscal”, manifestó el padre Kenny esta sábado en su publicación.
Poniendo en valor el apoyo que ambos padres se dan mutuamente “en esta lucha por la libertad”, el sacerdote ponderó “la paciencia y la claridad de ideas del padre de Jonathan”, en cuya defensa salió el hijo el pasado 11 de julio.
“Jonathan está preso por defender a su padre, para lo cual no hizo daño a nadie, ese fue su ‘delito’. Pienso que si todas las madres y padres fueran así de exigentes, perseverantes y unidos, ya se habría logrado liberar a todos”, opinó el representante de la iglesia católica, quien se unió en oración con los padres de Jonathan y les dio “una bendición y un abrazo en nombre de Dios”.
Encomendándose a Él en sus oraciones, el párroco expresó “nuestro deseo de que muy pronto se haga justicia imparcial en todos los juicios y sentencias”.
“Lo mismo le encomendamos a la Virgen de la Caridad del Cobre”, añadió en una publicación en la que pidió una oración por todos los presos políticos y libertad para Jonathan.
“Dios lo bendiga mucho en su camino, gracias por su fe y lo que hace en su nombre. Que este año traiga justicia y paz, la liberación de los presos políticos y el despertar a un mejor futuro y país para todos los cubanos”, le deseó una usuaria de Facebook.
Jonathan es una de las 1,315 personas detenidas en Cuba por participar en las manifestaciones del 11J, según el listado de la organización jurídica independiente Cubalex. De esa cifra, más de 600 siguen en prisión, incluidos más de 10 menores de 18 años.
A las madres de estos adolescentes se dirigió Farrat Guillén a mediados de diciembre para pedirles una vez más unión para exigir la liberación de sus hijos.
“Yo me comprometo a seguir luchando por los menores mientras quede alguno preso. Aunque al mío lo pongan en libertad, seguiré luchando hasta que todos estén fuera de las cárceles”, concluyó la madre del joven.
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