El gobernante Miguel Díaz-Canel llamó a incorporar el marxismo a la vida cotidiana de Cuba como una herramienta para "resolver" los problemas del país.
"Tenemos que lograr que no sea un momento más donde nos propongamos perfeccionar la enseñanza, la divulgación del estudio del marxismo leninismo en nuestra historia; si no más que todo que sea un paso definitivo para incorporar de la manera más natural el método científico que nos aporta el marxismo desde el materialismo histórico, desde el materialismo dialéctico, desde la economía política a lo cotidiano de nuestro país, al análisis cotidiano que desde la Revolución tenemos que hacer de todos los procesos que estamos enfrentando desde lo económico, lo ideológico y en los social", dijo al intervenir en el Pleno del Comité Central del Partido Comunista Cuba.
El gobernante, cuya administración atraviesa una profunda crisis de credibilidad, ha reiterado en varias ocasiones que la economía política marxista será una herramienta para encontrar soluciones a un escenario que se visualiza sin salidas.
En noviembre pasado, durante una reunión con representantes del sistema empresarial del Estado, Díaz-Canel consideró que tiene que desarrollarse con un enfoque ideológico y económico, y para ello es necesario que los directivos de las empresas y sus trabajadores vuelvan una y otra vez a la economía política marxista.
Su discurso, ininteligible para el cubano de a pie y sus penurias cotidianas, también ha enfatizado que el 2021 ha sido "un año de victorias", en el que "la creatividad" de los ciudadanos ayudó a enfrentar la crisis generada por las políticas implantadas por el gobierno desde inicios de año, entre ellos la implementación de la llamada Tarea Ordenamiento.
Aunque el dirigente cubano defiende la fidelidad del pueblo hacia el partido y el gobierno, la realidad es que cada día son más los ciudadanos que muestran públicamente el rechazo hacia su figura, ya sea por falta de liderazgo o carisma, y por ser el principal promotor de la represión.
Durante las protestas pacíficas del 11J, en más de 60 localidades del país, se repitieron consignas en contra del Partido y Díaz-Canel, así como a favor de un cambio en Cuba.
La desesperación del gobernante para revertir la crisis que enfrenta lo ha llevado a pedir a los campesinos y sector productivo del país a renunciar a sus ganancias para detener la subida de precios que han generado sus políticas fallidas.
El anuncio lo hizo el gobernante Miguel Díaz-Canel durante el III Pleno del Comité Central del Partido comunista, donde abordó la desmesurada inflación que existe en Cuba, consecuencia de la implementación de la Tarea Ordenamiento.
Para algunos analistas de la realidad cubana, la vuelta desesperada del presidente cubano al Marxismo como solución a los problemas de Cuba, solo "confirma su endeblez cultural y la falta de un proyecto de país".
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