Han pasado cinco meses desde que Annier González, un joven cubano de 18 años, se suicidó con un fusil que le entregaron para realizar una guardia mientras cumplía el Servicio Militar Activo (SMA) en la prisión Combinado del Sur, en Matanzas, y el caso continúa bajo investigación.
El padre, Alfredo González, confirmó a CiberCuba que se trató de un suicidio y precisó que esta semana debe finalmente acceder a algunas respuestas, aunque en distintos momentos ha denunciado en redes sociales que su hijo no estaba lo suficientemente preparado para portar un arma de fuego.
"Lo pusieron a hacer guardia en las torres del Combinado sin haber tenido nunca un fusil en las manos y lo dejaron solo y parece que cogió pánico o ansiedad y se quitó la vida, con solo 13 días ahí y 12 días aislado me lo mataron", contó en un comentario que dejó en una publicación de su perfil de Facebook el pasado 24 de octubre.
González explicó a nuestro sitio que su hijo comenzó en el SMA el 3 de junio de este año. Pasó dos semanas de preparación en una unidad militar y, el 19 de junio, le dieron un pase de tres días, hasta el 22. Pero no volvió al mismo sitio sino al centro penitenciario Combinado del Sur. Allí lo sometieron a un período de aislamiento, como medida de prevención del coronavirus, y cuando se comprobó que no estaba contagiado, el 4 de julio, lo mandaron a una torre de tres pisos de altura a realizar una guardia. Ese mismo día se quitó la vida.
El padre asegura que el joven no tenía antecedentes de enfermedades mentales. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que si bien una de las principales causas de suicidio en el mundo es la depresión, "muchos casos se dan en personas que lo cometen impulsivamente en situaciones de crisis en las que su capacidad para afrontar las tensiones de la vida, como los problemas económicos, las rupturas de relaciones o los dolores y enfermedades crónicos, está mermada".
De acuerdo con la OMS, el suicidio es la cuarta causa de muerte en los jóvenes de entre 15 y 29 años y suele ocurrir principalmente en las regiones de ingresos bajos y medianos. En 2019, el 77 por ciento de estas muertes se registró en esas regiones. En total, cerca de 703,000 personas se suicidan cada año en el mundo.
"Aun tratándose de un grave problema de salud pública, se puede prevenir mediante intervenciones oportunas, basadas en la evidencia y, a menudo, de bajo costo. Para que las iniciativas preventivas de los países sean eficaces, deben aplicar una estrategia multisectorial e integral", señala la organización sanitaria.
Además, resalta que hay evidencias que demuestran que vivir conflictos, catástrofes, actos violentos, abusos, pérdida de seres queridos y sensación de aislamiento puede generar conductas suicidas; al igual que la pertenencia a grupos vulnerables y discriminados, como los refugiados y migrantes, las personas LGBTIQ y los reclusos.
Datos del Anuario Estadístico de Salud de 2021, elaborado por el Ministerio de Salud Pública de Cuba, revelaron que en 2020 aumentaron las muertes por suicidio en el país, al reportarse 81 hechos más que en 2019. Más de 1,500 cubanos se quitaron la vida en ese año, marcado por la pandemia del coronavirus y una fuerte crisis económica, y la mayoría fueron hombres.
Como es tendencia ya desde hace varios años, fueron los niños, adolescentes y jóvenes los más afectados. El suicidio fue la cuarta causa de muerte en el grupo de 5 a 18 años, y la tercera, en el grupo de 10 a 19 años.
"Ya hace cinco meses que te perdí mi hijo en el servicio militar. Es desgarrador vivir sin tu presencia. ¿Por qué tenía que pasar, cuando tú eras un niño noble y bueno? ¿Cómo es que te subieron para esas torres sin prepararte? Te quiero y siempre te recordaremos con mucho cariño", escribió el padre de Annier González en redes sociales el pasado 4 de diciembre, cuando se cumplió otro mes de su pérdida.
En Cuba el Servicio Militar es obligatorio desde 1963 para los hombres. Intentar evadirlo puede significar enfrentar una sanción, en virtud de la Ley de los Delitos Militares, que podría implicar privación de libertad. Históricamente, ha sido para muchas familias una fuente de traumas, pues muchos jóvenes fueron incluso mandados a guerras en otros países en contra de su voluntad y perdieron la vida.
Además, quienes no tienen vocación militar, se declaran pacifistas, pertenecen a la comunidad LGBTIQ o practican alguna religión contraria a esta experiencia suelen sufrir intensamente cuando son forzados a cumplir con ese supuesto "llamado" de la patria.
Hace apenas una semana, trascendió la muerte de otro adolescente cubano, a solo seis días de su incorporación forzada al Servicio Militar. Carel Gutiérrez, de 18 años, perdió la vida a causa de una presunta negligencia en la unidad militar Los Jejenes, según denunció el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) citando fuentes familiares.
Blanca Rosa Durán, madre del joven, aseguró que su hijo estaba negado a ingresar al Servicio. “Aún me parece estarlo viendo. Estaba muy triste y lloroso cuando lo montaron en el camión. Era solo un niño”, lamentó.
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