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El Consulado de España en Cuba habilitó un número de teléfono para que las españolas víctimas de violencia en la isla puedan recibir acompañamiento y orientación ante hechos de este tipo.
La iniciativa, denominada Punto Violeta, propone además un protocolo a seguir, que incluye asistencia para presentar denuncias y acceder a servicios médicos, coordinación con autoridades locales y ayuda por parte de un psicólogo español.
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Asimismo, las autoridades consulares de ese país afirmaron que velarán por la no discriminación de las ciudadanas y que pueden gestionar el regreso y la repatriación de las víctimas hacia España.
La estrategia está siendo implementada en todos los consulados españoles en el mundo y aplica a las ciudadanas de esa nación que residan Cuba y otros país.
Según una información publicada en la página del Ministerio de Igualdad del la nación hispana, "Punto Violeta" es un instrumento promovido para implicar al conjunto de la sociedad en la lucha contra la violencia machista y extender, de forma masiva, la información necesaria para saber cómo actuar ante un caso de violencia contra las mujeres.
La medida forma parte del catálogo de regulaciones urgentes del Plan de Mejora y Modernización impulsado por distintos ministerios del Gobierno de España en el contexto de alarma machista de los últimos meses. Su propósito es lograr un cambio de enfoque en las políticas públicas de atención a las víctimas, situando la violencia machista como un problema estructural que requiere de la implicación del conjunto de la sociedad para acabar con ella.
En el caso de Cuba, la iniciativa protegerá a las españolas nacionalizadas que puedan ser víctimas de violencia machista por parte de las autoridades del régimen. Por ejemplo, la reportera de CiberCuba Iliana Hernández, bajo acoso y vigilancia permanentes por agentes de la Seguridad del Estado.
Ante la inexistencia en la isla de vías para la denuncia de actos de violencia contra mujeres, la plataforma feminista YoSíTeCreo en Cuba emitió a inicios de este año una declaración de denuncia del aumento de la violencia machista del Estado y su sistema de instituciones.
Los miembros de la organización feminista alertaron sobre un incremento de la violencia institucional con sesgo de género contra familiares, parejas, exparejas y descendientes de activistas y periodistas independientes.
Durante los sucesos del 15N, la activista Saily González y su madre fueron víctimas de un acto de repudio en su hogar de la ciudad de Santa Clara, donde los participantes portaban emblemas y banderas de instituciones como la Federación de Mujeres Cubanas.
Otro caso significativo es el de Daniela Rojo, quien fue secuestrada de su casa durante cinco días e, incluso, oficiales del Ministerio de Interior utilizaron a sus dos hijos para intimidarla y persuadirla de proseguir sus acciones de oposición.
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