El activista cubano Víctor Ruiz fue detenido violentamente por la policía política este martes en Santa Clara, cuando intentaba llevar a su madre al hospital. El arresto se produjo en presencia de su sobrina pequeña.
Ruiz había sido víctima el domingo de un acto de repudio, donde simpatizantes del gobierno cubano lo obligaron a retirar, de forma agresiva, un cartel que tenía colgado en su casa con la frase “Patria y Vida”, como gesto de apoyo a la convocatoria del 15N.
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Dos días después, las autoridades lo arrestaron en los bajos de su edificio, tras inmovilizarlo con violencia, hechos que denunció su hermana en redes sociales. Ella explicó que el joven acompañaba a la madre a una consulta médica, pues recientemente fue operada de cataratas y presenta un desprendimiento de retina.
Siendo trabajadora del sector estatal, dijo que no pensaba igual que su hermano, pero las discrepancias no daban derecho a unos para que agredieran a otros. “¿Esa es la revolución que estoy defendiendo?”, cuestionó.
“Mi hermano no es ningún delincuente, mi mamá no tiene que pasar por eso. Nos crio a nosotros con valores, deseos de luchar en la vida y de salir adelante. Nos enseñó a respetar a todas aquellas personas que piensen diferente a nosotros”, expuso entre lágrimas.
La hermana del activista hizo una trasmisión en redes vestida con su uniforme de trabajo, asegurando que estaba dispuesta a enfrentar las consecuencias de su denuncia en nombre de la familia, aunque fuese perder su empleo.
Ruiz había compartido antes un video donde se aprecia el momento del arresto, cuando bajaba las escaleras del edificio. “Salía de mi casa a un turno médico de mi mamá y miren lo que pasó”, escribió.
Al cabo de unas horas, el joven fue liberado y ofreció declaraciones al medio independiente ADN Cuba desde su hogar. Según describió, lo arrestaron luego de rehusarse a cumplir órdenes de oficiales apostados en los bajos del edificio, quienes le dijeron que no podía salir. Ruiz dijo que no era “ningún delincuente” para recibir semejante trato e intentó seguir su camino, pero fue interceptado tan pronto avanzó unos pasos.
Los propios vecinos del joven, graduado de informática, salieron en su defensa, impidiendo que se lo llevaran por “desobediencia”. Ruiz contó que era criado en el barrio y conocido por todos, lo que le permitió apreciar que quienes estuvieron en el acto de repudio no eran del vecindario.
Pese a que no lo condujeron a una estación policial, los oficiales custodiaron a Ruiz y a su madre durante el tiempo que estuvieron en el hospital.
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