Un niño cubano de 14 años murió este fin de semana, presuntamente de un infarto, cuando intentaba atravesar la selva del Darién con su familia, según confirmó la Defensoría del Pueblo de Colombia.
El menor era sobreviviente de una tragedia anterior, pues su madre falleció el 10 de octubre, en el naufragio de una embarcación que había partido del poblado de Necoclí, en el departamento colombiano de Antioquia, hacia el archipiélago de San Blas, en Panamá.
“Solicitamos enfáticamente y una vez más, que se establezca ruta humanitaria para los migrantes entre #Colombia y #Panamá, luego de la muerte de un niño cubano de 14 años, al parecer por infarto, cuando intentaba atravesar el Tapón del Darién con su familia”, escribió en Twitter el citado organismo colombiano de Derechos Humanos.
“Gestionamos atención y asesoría para sus familiares y atención humanitaria. Después del naufragio solicitamos la ruta humanitaria a los gobiernos de #Panamá y #Colombia, establecer una vía marítima segura que evite que la gente tenga que atravesar la selva, pero no se ha atendido la solicitud. Urge hacerlo”, concluyó el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
En el naufragio donde murió la madre del menor fallecido ahora, perecieron también dos haitianas, mientras que otras seis personas fueron reportadas como desaparecidas. El incidente ocurrió en el área general de Cabo Tiburón, en el municipio de Acandí. En la embarcación viajaban una treintena de personas, principalmente cubanos, venezolanos y haitianos.
Un informe de la Armada Nacional señaló en octubre que un total de 21 personas fueron rescatadas con vida del mar (18 cubanos, un venezolano y dos haitianos). Cinco de los rescatados eran menores de edad, entre ellos el niño fallecido ahora y su hermana pequeña; también sobrevivió el padre de ambos.
Menos de un mes después del naufragio que enlutó a una familia de cubanos, la tragedia se ha ensañado nuevamente con un mismo grupo familiar.
En octubre, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó que en lo que va de año un récord de casi 19 mil niños han atravesado la peligrosa selva del Darién rumbo a EE.UU. La cifra es casi tres veces superior a las registradas en los cinco años previos. Más del 20% de los migrantes que cruzan la frontera entre Colombia y Panamá son menores de edad y la mitad de ellos tiene menos de cinco años.
El Tapón del Darién, la región más intransitable y peligrosa de América Latina, marca el inicio de la ruta que siguen decenas de miles de migrantes procedentes de Sudamérica y el Caribe en su afán de arribar a la frontera sur de EE.UU. Una vez en Panamá, el gobierno de ese país les proporciona paso seguro hasta Chiriquí, una zona fronteriza con Costa Rica, desde donde continúan su larga travesía.
Entre enero y septiembre de 2021 Panamá había registrado un récord de 91,305 migrantes que ingresaron al país desde Colombia, según cifras del Servicio Nacional de Migración. Un 62% provienen de Haití, 14% de Cuba y, el resto de países africanos, asiáticos y Venezuela.
Cifras oficiales apuntan a que actualmente hay en el poblado colombiano de Necoclí más de 20 mil migrantes que esperan viajar hasta Capurganá para continuar su travesía por la selva del Darién y llegar hasta la frontera con Panamá.
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