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La activista cubana Anamely Ramos reflexionó sobre la importancia de la marcha del 15N, ratificó su apoyo a los organizadores de la manifestación y señaló que la respuesta negativa del Estado no debe desalentar la participación.
"La marcha la apoyo totalmente, como apoyo toda iniciativa que salga de la sociedad civil cubana, sobre todo si aboga por la liberación de los presos políticos y pone en el centro la cuestión de los derechos y la participación de los cubanos en el rumbo del país. Respecto a la respuesta del Estado: ni me extraña ni me desalienta. Hace mucho dejé de preocuparme de lo que ellos hacen, cada vez más guiados por el miedo y la desesperación", dijo la profesora universitaria en su perfil de Facebook.
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Ramos reflexionó sobre la importancia de organizar, desde la sociedad civil cubana, una marcha como la planificada para el próximo 15 de noviembre que pone en jaque al Estado cubano y convoca a la ciudadanía a luchar por sus derechos de un modo activo.
"Creo que lo mejor que ha sucedido es que hemos logrado, entre todos, que ellos (los gobernantes) tengan más miedo que nosotros. Cada poquito de miedo que hemos conseguido sacarnos de adentro ha sido traspasado al poder", dijo Ramos.
La activista alertó que el gobierno puede hacer lo que desee porque "de eso se trata el poder totalitario", pero recordó a sus lectores que también hay un gran poder en el pueblo.
"Las consecuencias de ir a contrapelo del poder siempre son terribles, pero es la única forma de terminar de una vez con la opresión, la sobrevida y la desesperanza. Ha pasado mucho en un año. Y pasará más", auguró la activista.
Ramos en varias ocasiones ha señalado que en la actualidad los cubanos que luchan por un cambio político en la isla tienen el deber de visibilizar la situación que atraviesan los presos políticos, cuyo número se incrementó alarmantemente tras las protestas del 11J.
"Esos que ahora están en peligro deben ser el centro de atención hoy, pero también mañana. Son víctimas pero a la vez son agentes sociales del cambio. No olvidemos eso. Abogar por la libertad de ellos es abogar por la libertad de todos", recordó en su mensaje.
Para Ramos la situación de Cuba cambió radicalmente después de las masivas protestas antigubernamentales del 11 de julio. En su criterio, el contexto actual "impela a la unidad, pero conservando y diversificando las alianzas" porque considera que "hay que saber sentir e interpretar a la patria como muchos latidos".
El Estado cubano por su parte ha dicho que "no se reconoce legitimidad en las razones que se esgrimen para la marcha". Señalaron en el informe de negativa a la marcha que es una "provocación" y formaría parte de una "estrategia" para desatar un cambio político en Cuba.
La plataforma ciudadana Archipiélago dijo en sus redes sociales que a pesar de la negativa del Estado a la realización de la marcha, la convocatoria a la manifestación pacífica se mantiene.
“El 15 de noviembre nuestra decisión personal será marchar cívica y pacíficamente por nuestros derechos. Frente al autoritarismo responderemos con civismo y más civismo”, indicaron.
Los organizadores creen que la respuesta del régimen "demuestra una vez más que no existe en Cuba el Estado de Derecho, que no están dispuestos a respetar ni siquiera su propia constitución y que violan los Derechos Humanos de los cubanos".
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