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A pesar de que el pasado 28 de septiembre el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) afirmó en un comunicado que los haitianos que habían llegado al territorio nacional, en medio de su travesía hacia los Estados Unidos, tendrían un "retorno seguro y voluntario", UNICEF informó este 10 de octubre que los gobiernos estadounidense y cubano, pero principalmente el cubano, expulsaron a cerca de 170 niños y niñas haitianos y los trasladaron en aviones de vuelta al país caribeño.
"Desde el pasado 11 de septiembre, migrantes haitianos han arribado al territorio nacional por diferentes provincias del Centro y el Oriente del país. Como parte de la vocación humanista y solidaria de Cuba, dichos ciudadanos han recibido todas las atenciones necesarias, incluyendo asistencia médica, y permanecen alojados en varias instalaciones acondicionadas para ello", explicaba la nota del MINREX.
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Además, aseguraba que las autoridades cubanas, en contacto con las haitianas y "en correspondencia con los lazos de hermandad, cooperación y solidaridad que caracterizan la relación bilateral", estaba realizando "las gestiones y coordinaciones pertinentes con el fin de asegurar el retorno seguro y voluntario de estas personas a su país, en virtud de los compromisos internacionales en materia de migración de los que Cuba es parte".
A principios del mes en curso, la televisión cubana reportaba que a la isla habían arribado en este año 421 haitianos por las zonas de Baracoa y Maisí, en Guantánamo, con la intención de emigrar hacia Estados Unidos, debido a la severa crisis económica, política y sanitaria que enfrenta la nación caribeña. Y, desde 2001, han sido 4032 los migrantes y 76 los desembarcos que el gobierno cubano ha registrado.
También el pasado 10 de octubre, el periódico Granma publicaba una nota propagandística acerca de la atención que estaban recibiendo los haitianos en Cuba, que tituló "Cada haitiano tiene un hermano en Cuba". "Nuestro archipiélago no era lo que esperaban ver los 212 haitianos, que desde el pasado 17 de septiembre recalaron por Maisí, Guantánamo; sin embargo, la atención ha sido mucho más de lo que alguna vez tuvieron", contaba el texto.
Pero otra ha sido la historia que UNICEF ha contado. De acuerdo con el organismo de Naciones Unidas encargado de defender los derechos en la infancia, de ocho vuelos que llegaron a Haití el pasado 9 de octubre, siete procedían de Cuba, y en ellos iban 1069 personas, de las cuales 73 eran niñas y 96, niños, mayormente del suroeste de Haití. De sus hogares habrían salido dos o tres semanas después del terremoto de agosto.
“La mayoría de los niños y niñas haitianos y sus padres que fueron expulsados ayer son de la península del sur de Haití, que fue golpeada por un enorme terremoto el pasado agosto. Abandonaron el país a principios de septiembre porque lo habían perdido todo. Es probable que estos niños y niñas vuelvan a marcharse a Estados Unidos a menos que se creen las condiciones para que puedan llevar una vida decente en sus comunidades”, advirtió Bruno Maes, representante de UNICEF en Haití.
Según cálculos de UNICEF, el 80 por ciento de esos niños y niñas son menores de cinco años y muchos habían salido de su país en embarcaciones improvisadas. Asimismo, al menos dos personas fallecieron cuando su embarcación se volcó frente a las costas cubanas.
Pero ese grupo de haitianos deportados no fue el único. Una embarcación cubana también trasladó a unos 348 migrantes, entre ellos 12 niñas y 26 niños, en las afueras de la capital haitiana, y muchos contaron que habían partido de la comuna sureña de Pestel, la más afectada por el terremoto. Y el dato más sobrecogedor es que UNICEF identificó a al menos cuatro menores no acompañados entre los expulsados de Cuba, algo que cuestiona por completo el discurso oficial acerca de un tratamiento humanitario a los migrantes.
“Los hombres, mujeres, niños y niñas haitianos que lo perdieron casi todo en el terremoto emprendieron un peligroso viaje en embarcaciones improvisadas llamadas ‘kanntè’ con poca o ninguna seguridad para encontrar una vida mejor para ellos y los que han dejado atrás. Los niños y niñas que se encuentran entre estos migrantes suelen estar indocumentados y corren un alto riesgo de ser víctimas de la trata, explotación y abusos sexuales", dijo Maes.
De acuerdo con datos de la Organización Internacional para las Migraciones, entre el 19 de septiembre y el 9 de octubre Estados Unidos expulsó 7 621 hombres, mujeres, niños y niñas en vuelos chárter, de los cuales más de la mitad son mujeres, niños y niñas.
“Cuando estuve en el aeropuerto, vi niños y niñas desnutridos o con enfermedades de la piel. Lo más probable es que vuelvan al sur, donde la mayoría de los servicios básicos para los niños y niñas, como la educación y los servicios sanitarios, siguen interrumpidos en gran medida casi dos meses después del terremoto. Se necesita más solidaridad para apoyar a las familias migrantes que han perdido todas sus pertenencias y necesitan reconstruir sus vidas en Haití”, señaló Maes.
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