La actriz y activista Iris Ruiz, integrante del Movimiento San Isidro, llegó este lunes a Miami con una visa médica en busca de atención médica tras varias negligencias sufridas en Cuba, reportó la cadena Telemundo.
En silla de ruedas, Ruiz hizo sus primeras declaraciones a la prensa local tras llegar a la clínica donde chequearon sus signos vitales.
Ruiz lleva al menos año y medio privada de un tratamiento contra un posible cáncer endometrial que padece y por el cual sufre fuertes dolores y abundante sangramiento.
Los especialistas que la atendían en Cuba dejaron de estar disponibles cuando la Seguridad del Estado empezó a acosar a la activista por su relación con el Movimiento San Isidro.
La situación empeoró tras la notoria huelga del artista Luis Manuel Otero Alcántara y otros miembros del MSI el año pasado.
Ahora, tras el diagnóstico de una hiperplasia endometrial, Ruiz espera poder acceder a pruebas indispensables y a un tratamiento adecuado.
El doctor Alfredo Melgar, quien gestiona la atención médica para Iris Ruiz, aseguró que tras examinar la documentación y los récords médicos de Ruiz llegó a la conclusión de que en su caso se cometieron numerosas negligencias médicas. "No hay un diagnóstico sobre qué la está aquejando. Hay un dolor abdominal cuando se palpa. Hay inflamación”, comentó.
“En Cuba no vas a recibir tratamiento médico si eres opositor. Si lo recibes, te pueden cambiar los medicamentos”, dijo Ruiz.
Ruiz llegó a Miami acompañada por dos de sus seis hijos. Uno de ellos, Andy Rodríguez, declaró: “Es un orgullo para mi ser hijo de mi mamá y de Amaury, de los que ellos hacen, de su trabajo. Y entiendo que eso tiene consecuencias en un país así, pero yo las asumo”.
El médico de la activista ha pedido que quienes busquen colaborar en el caso de Ruiz se comuniquen con su centro médico en Miami Dade, “The Florida Clinic”, para coordinar la ayuda.
Ruiz y su esposo Amaury Pacheco están entre los 20 activistas del Movimiento San Isidro que recibieron medidas cautelares de protección de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. También participa en la iniciativa Cuba en Plural de la plataforma Propuesta2020.
Desde hace dos años, ha sido una de las voces más firmes contra el polémico Decreto 349, con el que el gobierno cubano pretende legalizar la censura.
En el 2019, la activista fue impedida de salir del país. Las autoridades cubanas le informaron que se encontraba "regulada", un tipo de prohibición con la que la Seguridad del Estado castiga a los opositores.
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