En la noche del viernes, un grupo de cubanos protagonizó un cacerolazo en el consejo popular Alcides Pino, de la ciudad de Holguín, para protestar ante la sistemática falta de agua potable y de corriente eléctrica que padecen.
“Anoche, a gritos de Patria y Vida, y golpes de calderos y cucharas. Holguín. Alcides Pinos. 21 días sin agua y apagones diarios de 4 horas”, describió el usuario de Facebook, Antonio Marrero, quien compartió un video con imágenes del cacerolazo, apenas visibles por la oscuridad.
El autor de la publicación explicó en los comentarios que “la identidad de los protagonistas por obvias razones de seguridad no es pública”, pero afirmó haber recibido las imágenes de uno de los protagonistas del cacerolazo, y mostró una captura de pantalla del diálogo sostenido con dicha fuente.
Coreando Patria y Vida, se escucha a los vecinos golpear calderos con cucharas, dar gritos y haciendo ruido en protesta por las tres semanas que llevan sin suministro de agua potable y apagones diarios de 4 horas o más.
A finales de junio, un grupo de vecinos de Holguín también protagonizó un cacerolazo a modo de protesta contra los largos apagones que sufre actualmente gran parte del pueblo de la isla.
El médico cubano Alexander Pupo Casas compartió en redes sociales el momento. Aunque no se distinguen las imágenes por la oscuridad del corte eléctrico, se escuchan los ruidos metálicos y el bullicio inconforme de las personas.
Apenas dos semanas más tarde, a mediados de julio y nuevamente en Holguín, residentes en ese municipio mostraron su descontento en la noche cuando salieron a protestar con un cacerolazo por las calles de la ciudad en medio de un apagón.
“En este momento se están produciendo protestas en algunos barrios de Holguín, en Cuba. Hay un apagón total de la electricidad y la gente salió a manifestarse a oscuras. #SOSCuba”, publicó un usuario en Twitter.
Al desabastecimiento de agua potable en el consejo popular Alcides Pino, se suman los cortes de electricidad diarios que afectan a la conservación y cocción de los alimentos, así como a la posibilidad de entretenerse frente al televisor o aplacar el calor de esta época del año.
Aunque esporádicos, los cacerolazos son cada vez más frecuentes como forma de protesta de los cubanos. Convocados en ocasiones por activistas de la sociedad civil para visibilizar y protestar por la situación de los presos políticos o regulaciones de las autoridades que restringen los derechos de los ciudadanos, los que más éxito suelen tener son los que se organizan de forma espontánea y generalmente para protestar por cuestiones que afectan a la calidad de vida de vecinos, como cortes de agua o electricidad.
En enero de 2020, vecinos del barrio San Leopoldo, en Centro Habana protestaron cazuela en mano para exigir a las autoridades locales el restablecimiento del servicio de agua en la zona, cuyos negocios se habían visto seriamente afectados por la escasez del líquido.
Una transmisión en vivo colgada en Facebook muestra como en horas de la noche un grupo de personas, incluyendo mujeres en batas de casa, comenzaron a sonar las cazuelas en la calle Perseverancia, entre Concordia y Virtudes, y a gritar "San Leopoldo quiere agua, agua, agua".
El clamor se intensificó a pesar de la llegada de varias patrullas policiales, que intentaron controlar la situación. "La policía estacionó al doblar, se escondieron en Concordia para no llenar la calle de patrullas", se escucha en el video de más de 13 minutos. Aunque los agentes insistieron en que las señoras entraran a sus viviendas, se ve claramente que estas no quisieron retirarse.
En los últimos tiempos, crece la indignación de los cubanos ante los constantes y prolongados apagones que sufren debido a la crisis energética que atraviesa el país, agravada por la obsolescencia y la falta de mantenimiento de las termoeléctricas cubanas.
"Parece que el tema de los apagones hay que asumirlo como algo normal en la vida de los cubano", cuestionó una usuaria en una publicación aparecida en las redes sociales de la Unión Eléctrica, en la que informaba las causas de los constantes apagones que sufren los cubanos prácticamente todos los días.
"Ustedes se toman más tiempo en redactar sus notas informativas que en arreglar y pensar en un plan de inversión para las termoeléctricas", cuestionó un internauta. Por su parte, una anciana dejaba el siguiente comentario:
"¿Es que toda la vida habrá problemas? Eso no es un modo de vida. Con el precio de electricidad se debería prestar servicio de calidad. Ayer a la misma hora nos interrumpieron el servicio, ídem al día anterior. Llueve sobre mojado porque ni siquiera rotan. Unos somos castigados mientras en otros sitios se derrocha", denunció.
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