Cubanos residentes en Madrid protestaron frente al Wizink Center, donde el cantautor Silvio Rodríguez dio un concierto que desde su anuncio dividió opiniones sobre si debía realizarse o no.
El grupo se reunió frente a la Puerta de Alcalá, uno de los símbolos de la capital española, y con pancartas en contra del concierto y a favor de la libertad en Cuba se trasladó hasta el lugar donde actuaría el trovador.
Lo primero que hicieron fue cantar las notas del Himno de Bayamo y luego, megáfono en mano, lanzaron consignas en contra de la dictadura y a favor de la liberación de los presos políticos de la isla.
Los gritos de "asesino" a Rodríguez, por su complicidad con el régimen de La Habana, y las estrofas de canciones como "Patria y Vida" y "Que se vayan", inundaron las áreas exteriores del Palacio de los Deportes, mientras la Policía Nacional protegía a los cubanos que se manifestaban.
El grupo Acciones por la Democracia, dirigido por Lázaro Mireles, se encargó de organizar la protesta y desde hace meses intentó boicotear el concierto, denunciando la complicidad del gobierno español con el régimen castrista al permitir que se lave la imagen de la dictadura con este tipo de intervenciones artísticas.
"Quienes apoyan y promocionan el concierto de Silvio deben entender que los cubanos libres de aquí no lo queremos. Por eso vamos a convocar manifestaciones", dijo Mireles a la prensa.
En septiembre, Rodríguez ofreció un concierto solidario en honor al Partido Comunista Español (PCE), en el cual estuvieron el secretario general de la organización política Enrique Santiago, junto a los líderes sindicales de CCOO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez.
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