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El periodista independiente cubano Héctor Valdés Cocho criticó este domingo en redes sociales que el gobierno cubano aplicara el destierro como otro método para “castigar” a quienes disienten de la ideología castrista.
“El destierro tiene que dejar de ser método de castigo por disentir. Nadie tiene por qué experimentar la salida forzosa de su tierra por el simple hecho de querer salvarla. Un gobierno que utilice o practique esas aberrantes acciones, deja de ser gobierno para ser una dictadura”, escribió en Facebook.
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Con sus palabras compartió una imagen donde aparece junto a Luis Manuel Otero, líder del Movimiento San Isidro (MSI), la activista Anamely Ramos y la poeta Katherine Bisquet, quien fue obligada recientemente por las autoridades cubanas a exiliarse, al igual que su pareja, el artista Hamlet Lavastida.
“Te extrañaremos mucho, Katherine! Nos vemos en una nueva nación. Mientras, me quedo con esta imagen guardada en un lugar especial de mi galería mental”, añadió Valdés, que se refirió a Bisquet y al resto de los que figuran en la fotografía como “grandes personas” dotadas de “pureza y humildad”.
“Muy triste. Me alegra mucho la "liberación" de Hamlet Lavastida, pero el precio que tuvieron que pagar fue alto e injusto. Tantos cubanos que hemos tenido que decir adiós a nuestro país”, comentó una usuaria.
Lavastida se encontraba detenido por la Seguridad del Estado a su llegada a Cuba hacía más de tres meses. Fue excarcelado este sábado para que se dirigiera a Polonia junto a Bisquet Rodríguez, desde el Aeropuerto Internacional “José Martí” de La Habana.
“La policía política nos impuso el exilio de ambos como única opción para la excarcelación de Hamlet”, explicó Bisquet.
“Cada día que transcurría sin que yo consiguiera una visa, representaba un día más de cárcel para Hamlet. Mi salida del país era la moneda de cambio para su liberación. Debo añadir, además, que a esa misma presión de intentos de chantaje estuvieron sometidas varias personas allegadas a Hamlet, tanto familiares como amigos”, añadió. Lavastida presuntamente viajó con una visa de reagrupación familiar.
A su llegada a la Isla, el artista fue acusado de “incitación a delinquir” por haber convocado “de manera reiterada” a la realización de “acciones de desobediencia civil en la vía pública”, mediante el uso de las redes sociales y “la influencia directa sobre otros elementos contrarrevolucionarios”.
“Entre las actividades se encuentran la ejecución de protestas, tomar las calles y realizar acciones similares a las que han ocurrido en países de Europa del Este, con intención provocativa”, señaló un comunicado del Ministerio del Interior de Cuba (MININT) a los pocos días del arresto.
Bisquet dijo que el exilio forzoso se trató de un "plan macabro" desplegado por el poder político sobre la vida de ambos. De igual modo, contó que la Seguridad del Estado la trasladó a ella hacia el aeropuerto desde la renta que compartía con la activista Camila Lobón en Centro Habana, y no le dieron siquiera la posibilidad de despedirse en el aeropuerto de su padre ni de otros familiares.
“Nos han violado, nos han expatriado, nos han asesinado, nos han encarcelado, nos han censurado, y todo ha sido silenciosamente, bien de cerca, en nuestro patio, en nuestra propia casa”, denunció la escritora.
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