El humorista cubano Limay Blanco pidió ayuda a través de sus redes sociales para comprar un aspirador pulmonar a un joven cubano que quedó cuadripléjico tras un accidente.
Conocido por su vocación filantrópica, Limay se ha convertido en un referente al que acuden muchos cubanos necesitados de ayuda y solidaridad ante situaciones difíciles de afrontar por la crisis que vive el país, con desabastecimiento de mercados y farmacias, y un coste de la vida que no para de crecer, acentuando las desigualdades y agravando la desprotección de las personas más vulnerables.
“350 USD para comprar una aspiradora pulmonar. ¡Ayúdame a ayudar!”, publicó Limay en Facebook en un post en el que compartió los videos grabados por el joven cuadripléjico y su esposa, pidiéndole al actor que les ayudase a tener el aspirador pulmonar que necesita el paciente.
“Mi esposo tuvo un accidente hace unos 6 años y quedó cuadripléjico. Perdió la movilidad de las piernas y apenas mueve los brazos. Tiene hecho una traqueotomía y está a la espera de una aspiradora pulmonar”, describió Beatriz junto a la cama donde yace postrado su marido, de 37 años.
Según relató, su marido tiene hecho la traqueotomía desde hace 3 años. A través de ella es que se conecta el aspirador pulmonar para limpiar de flemas las vías respiratorias. El joven necesita realizar esta operación un promedio de 10 veces al día.
Los frecuentes y prolongados apagones que suceden en los últimos tiempos en Cuba, afectan al joven, ya que los aspiradores pulmonares son eléctricos. Por este motivo, dijo la esposa, se pasan mucho tiempo en los hospitales, algo poco recomendable en medio de la pandemia de coronavirus. Según contó la esposa, hace poco estuvieron casi un mes ingresado en el hospital para poder garantizar las aspiraciones que sus pulmones necesitan.
El joven agradeció lo que está haciendo el humorista por su caso y por la ayuda que reciben tantas personas gracias a su labor humanitaria.
Horas más tarde Limay compartió otro caso similar: "Necesito otra aspiradora pulmonar puedes donar un dólar para comprarle una a esta niña".
Recientemente, Limay anunció su intención de recaudar fondos para ayudar a la familia holguinera de una madre y dos niñas que padecen la enfermedad de Darier. Luego de consultar con amigos suyos del gremio médico, el humorista consideró que lo mejor para esta familia era mudarse por seis meses a La Habana, con el fin de recibir una atención médica más integral y exacta.
"Yo estuve hablando con un dermatólogo, amigo mío, y entonces queremos hacer una especie de comisión de varios dermatólogos para revisar bien el casito ese", explicó Blanco, y seguido contó que tenía la idea de buscar un alquiler en La Habana para traerlas por al menos seis meses.
A principios de septiembre, el humorista se hizo eco de la petición de medicamentos de una madre “desesperada” en La Habana, quien los necesitaba para su niña pequeña de solo un año, para sanar “un catarro y una tos que no se le quita”.
Las redes sociales desempeñan un papel importante actualmente en Cuba para cubrir algunas necesidades de personas ante la escasez de recursos en medio de la peor ola de coronavirus desde el inicio de la pandemia el año pasado.
“Las personas que vienen aquí a buscar medicamentos, que se está regalando, hagan un esfuerzo, por favor, revisa el botiquín de tu casa. Revisa, tú tienes que tener algún medicamento ahí que no está vencido, tráelo para acá", pidió el humorista en un video reciente compartido en sus redes sociales, para continuar su labor humanitaria de conseguir medicamentos para los enfermos cubanos.
Además de la donación de medicamentos a quienes lo necesitan, el humorista lleva tiempo realizando una loable labor social con familias vulnerables a las que ha llegado a entregar viviendas adquiridas gracias a las donaciones económicas hechas a través de las redes sociales.
En mayo, Limay entregó una casa a una familia con cuatro menores de edad que vivían en una pequeña vivienda de madera plagada de chinchas. Previamente, en abril, le había dado una sorpresa similar a otra familia, con cuatro niños, a la que entregó una vivienda amueblada, de tres habitaciones, también adquirida gracias a donaciones.
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