El presentador cubano Carlos Otero dijo que todos los sacrificios que hizo para llegar a Estados Unidos han valido la pena, pues los dos hijos que viven con él pueden tener una vida digna y un futuro, y ser personas libres y de bien.
"Cuando veo a mis hijos viajar donde desean, comprar el carro que quieren, comer lo que les gusta, expresarse libremente sin ser cuestionados, amar sin prejuicios, estudiar y trabajar donde quieran, tener la atención médica necesaria, ayudar a los demás sin pretensiones, con futuro, sonreír, hablar sin miedo, ser personas libres y de bien….entonces me digo: VALIÓ LA PENA", escribió Otero en sus redes sociales.
Carlos Otero llegó a Estados Unidos por la frontera con México, junto a sus hijos Julio César y Alejandro, que eran niños en ese momento, y la madre de ambos. El menor de los hermanos se encuentra actualmente trabajando en un proyecto cinematográfico en Hollywood, un logro que su papá ha compartido con mucho orgullo.
Pero Otero no solo tiene a Julio César y a Alejandro, sino que tiene un tercer hijo que vive en Cuba. Algunos detractores del presentador utilizaron esta información para criticarlo en su publicación.
"Es cierto, pero lo que no me queda claro siendo tan buen padre aún tiene un hijo en Cuba, ya hace rato que estás aquí", comentó una internauta, a la que Otero no tardó en responderle: " Yo estoy, como muchos, esperando también. Mi hijo está reclamado hace años. Gracias".
A finales de julio, Carlos Otero se sumó al dolor de los padres cubanos que tenían hijos detenidos o desaparecidos tras las protestas del 11 de julio y estaban totalmente desamparados por las leyes cubanas.
"Nadie puede imaginar el dolor e impotencia que sienten los padres de todos los jóvenes presos y condenados (sin derecho a defensa) injustamente, en Cuba, por el solo motivo de salir a las calles a exigir sus derechos. ¡Fuerza, familias!", escribió Otero en sus redes sociales.
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