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Un cubano cuyo padre enfermó de coronavirus, agradeció el viernes en redes sociales la asistencia que había recibido su progenitor de parte de un médico en la provincia de Las Tunas, calificándolo de "superhéroe".
“Llegué al hospital de campaña de respiratorio seminternado "Israel Santos" con mi padre en silla de ruedas, con test positivo y ahogándose por sus dolencias pulmonares”, relató en Facebook.
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De igual modo, contó que los pacientes del centro, en un gesto de solidaridad, le indicaron cómo recibir ayuda, y fue entonces que encontró al galeno, de quien no reveló el nombre, pero destacando sus esfuerzos.
“Al ver la notable falta de aire, orientó a la enfermera qué hacer, siguió atendiendo simultáneamente a 10 encamados y la larga cola; con sus propias manos hacía tiras rápidas, PCR y daba órdenes para el destino de cada quien: fuesen a casa o remisión, coordinaba insumos y procedimientos a seguir”, describió.
Asimismo, destacó que no le vio “perder la ecuanimidad ni un solo instante cuando en su mayor clímax alguien reclamó la larga fila de espera”. Por el contrario, se comportó con “caballerosidad” y alentó a los pacientes a esperar su turno.
“Lo vi sentarse solo a rellenar historias clínicas en tiempos récord a lo acostumbrado. Solícito, amable, recto, decidido y locuaz seguido de su enfermera”, dijo.
“Llegó un paciente de más de 200 libras totalmente desfallecido y al no haber camilla ni cama disponible lo sentó y comenzó a reanimarlo por más de media hora sin parar, llegando a notarse su cansancio. Lo sacó de nuevo a la vida”, señaló.
El usuario subrayó que en las más de 12 horas que estuvo en el lugar, apenas vio al médico beber agua pese a que “en momento extremo llegué a contar 33 personas en el pequeño comedor convertido en sala, hacinados todos y el intenso calor de un 22 de agosto”.
“Aunque no resolví mi problema; (no por él), creo digno reconocer públicamente ante mis amigos y el pueblo su temple y entrega a su profesión, le grité alto y claro antes de retirarse cuando culmino su agobiante turno: "gracias por ser tan especial, mil gracias"”, expresó.
Semanas antes, médicos cubanos habían reaccionado a críticas del Gobierno hacia el servicio de salud ante el desborde de las instituciones sanitarias en la isla, denunciando la falta de insumos para cumplir sus funciones, así como las condiciones en que laboraban.
“Los médicos nos arriesgamos día a día, exponemos a nuestros familiares y a todos los que nos importan, por tal de cumplir nuestro deber, y usted en cambio nos estimula con reproches, con más exigencias, más reclamos y menos insumos”, dijo el galeno Manuel Guerra refiriéndose particularmente a las declaraciones del primer ministro cubano Manuel Marrero.
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