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CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) - Estados Unidos instó a México a despejar los campamentos que albergan a miles de migrantes en las ciudades fronterizas debido a las preocupaciones de que representan un riesgo para la seguridad y atraigan a bandas criminales, dijeron funcionarios familiarizados con el tema.
Frente a las críticas internas por un alza en los cruces ilegales a través de la frontera común, la administración del presidente estadounidense Joe Biden está presionando a México para que frene el flujo de migrantes y ayudar a aliviar así tensiones en la línea divisoria de casi 3,200 kilómetros.
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Dos de los campamentos más grandes que han surgido en el norte de México se encuentran en la ciudad Reynosa, al otro lado de la frontera con McAllen, Texas, y en Tijuana, frente a San Diego, California.
Funcionarios y defensores de derechos humanos dicen que el campamento de Reynosa es el hogar de al menos 2,500 personas, es insalubre y ha atraído a miembros de grupos de narcotraficantes que buscan reclutar migrantes desesperados. El de Tijuana es de un tamaño similar, dicen grupos de defensa.
Durante semanas, el gobierno de Estados Unidos ha estado pidiendo a México que despeje los albergues, en parte porque el gran volumen de personas en ellos podría poner en peligro la seguridad si se apresuran repentinamente hacia la frontera, dijeron dos funcionarios familiarizados con el tema.
El Departamento de Estado y la Casa Blanca se negaron a comentar. El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos no respondió a las solicitudes de comentarios.
La cancillería de México tampoco contestó a solicitudes de comentarios. El Instituto Nacional de Migración declinó comentar sobre el asunto.
Los funcionarios enfatizaron la importancia de erradicar las condiciones que alientan a las organizaciones criminales a intentar extorsionar a los migrantes o presionarlos para que se unan a sus filas.
El martes, la Corte Suprema de Estados Unidos ordenó a Biden que cumpliera con el fallo de un juez federal con sede en Texas para reactivar una política migratoria de la administración Trump que obligó a miles de solicitantes de asilo a permanecer en México para esperar sus audiencias en Estados Unidos.
Eso ha alarmado al gobierno mexicano, a quien preocupa que el país tenga dificultades para hacer frente a más personas después de que el número de detenciones o expulsiones por parte de agentes estadounidenses de migrantes que cruzan la frontera se ha más que duplicado este año.
Las autoridades mexicanas han intensificado los esfuerzos para expulsar a los migrantes indocumentados y en las últimas semanas han enviado a miles de ellos desde el norte al sur de México en avión para acelerar el proceso.
Con reporte adicional de Ted Hesson en Washington; Traducido por Noé Torres.
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