La ONG Cubalex denunció este 5 de agosto la desaparición forzada de la activista cubana Lizandra Góngora, madre de cinco niños, que participó en las protestas del 11 de julio en Güira de Melena, provincia Artemisa.
Según reportes del bufete jurídico independiente, Lizandra huyó de su casa el domingo en que comenzaron las manifestaciones por temor a ser apresada y mantuvo comunicación con el padre de sus hijos y expareja hasta el 22 de julio, en que se interrumpieron los contactos.
No fue hasta el 29 de julio que la policía confirmó su arresto. Su expareja, Ángel Delgado, fue sometido a presiones durante la semana en que perdió comunicación con Lizandra para que la acusara ante los tribunales de abandonar a sus hijos.
Delgado llevó un teléfono para la estación de Güira con batería y saldo para que se lo diesen a Lizandra, y que sus hijos escucharan su voz, pero esa llamada nunca llegó.
"La última noticia fue que Lizandra estaba en la cárcel de mujeres del Guatao, pero que no podían verla y tampoco podía llamar. Su familia solo tiene la palabra de los victimarios de Lizandra, los mismos que durante siete días negaron su paradero. ¿Se puede creer en la palabra del maltratador, de quien se lo llevó de manera arbitraria y viola sus derechos?", denuncia Cubalex.
"Los oficiales se negaron a entregar las pertenencias de ella. En esencia, no se sabe si está bien, si está allí. Hasta hoy nadie la ha visto. Nadie ha oído su voz", concluyó la ONG.
La Red Femenina de Cuba denunció recientemente que las protestas del 11 de julio pusieron en evidencia que la violencia machista forma parte esencial de las instituciones cubanas.
“Cuando las mujeres protestan por las condiciones sociales que están sufriendo en la isla, también son víctimas de la violencia institucional”, Elena Larrinaga, directora ejecutiva de esa organización independiente, en declaraciones a la agencia Efe.
Una de las formas en que acostumbra el Gobierno cubano a ejercer "presión" sobre las mujeres activistas es a través de amenazas con la custodia sus hijos.
Lisandra Góngora denunció a comienzos de julio -antes de las protestas del 11J- amenazas de la Seguridad del Estado para quitarle a sus hijos por su activismo político en redes sociales. Aseguró que miembros de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) se presentaron en su casa para amenazarla.
“¿Cómo me van a querer quitar a mis hijos cuando yo los he criado sola en alma, sin la ayuda del gobierno y de nadie? ¿Cómo me van a querer quitar a mis hijos por enseñarles los verdaderos valores patrióticos, la verdad de quienes los tienen viviendo en la cruda situación en la que están viviendo? ¿Díganme?”, cuestionó la mujer, quien es miembro del Partido Republicano de Cuba y de la Fundación Vuelta Abajo por Cuba.
“Yo me llamo Lisandra Góngora Espinosa, madre de cinco mambisitos. No los van a adoctrinar. Yo no se los voy a permitir. Prefiero comérmelos. Ustedes me están quitando el derecho de ser madre, de educar a mis hijos en la verdadera historia, pero yo tengo el derecho de mantener a mis hijos en neutralidad. Ese es mi derecho. Vamos a ver si me lo pueden quitar”, argumentó.
En otra parte de su denuncia, la activista aseguró que las mismas mujeres que la amenazaron con quitarle a sus hijos, le preguntaron si tenía la posibilidad de pedir asilo político.
A lo que la madre respondió: “No quiero ningún asilo político. Yo solo quiero que mis hijos crezcan en la verdad y sin miedo. Mis hijos no van a ser adoctrinados. Como me están quitando el derecho de educarlos en la verdadera historia, ellos van a permanecer en neutralidad. No les voy a dar la oportunidad que los adoctrinen y los hagan crecer con miedo”.
La Red Femenina de Cuba incluyó a Lizandra Góngara en marzo en el listado de mujeres víctimas de agresiones en Cuba por su activismo.
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