La pesista cubana Marina Rodríguez repitió su actuación de los Olímpicos de Río 2016 y ancló en el octavo puesto de la división de los 64 kilos en Tokio.
Rodríguez totalizó 221 kg luego de una faena repartida en 98 en el arranque y 123 en el envión, donde los jueces le marcaron un polémico intento fallido.
El podio de premiaciones lo compartieron la canadiense Maude Charron (236), la italiana Giorgia Bordignon (232) y la taipeyana Wen-Huei Chen (230).
Fuera de medallas quedaron dos sólidas representantes de Latinoamérica, la colombiana Mercedes Pérez (227) y la ecuatoriana Angie Palacios (226).
De momento, el mejor pasaje de la halterofilia insular en Tokio sigue siendo la actuación de la pequeña Ludia Montero, quien se ubicó sexta en la división de 49 kilogramos.
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