La Seguridad del Estado liberó al periodista Waldo Fernández Cuenca, a quien arrestó este sábado por su presunta participación en las protestas del 11J en Cuba.
"Ya estoy en casa. Gracias a todos por la preocupación. Luego cuento lo detalles", escribió en Facebook luego de ser puesto en libertad.
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El mensaje del periodista independiente se publicó poco después que lo detuvieran en su propia vivienda sin una orden judicial, lo que provocó que su pareja, Yanilys Sariego Acosta, se enfrentara a un agente de la Seguridad del Estado.
Un video que grabó Sariego Acosta muestra el momento en que el agente intenta arrebatarle el teléfono para impedir que grabe la conversación.
"¿Me puede explicar por qué se lo lleva?", preguntó Sariego Acosta al represor que se negó a presentar una orden de detención y dijo que era por participar en las protestas del 11J.
La pareja del periodista independiente aseguró que ellos estuvieron allí como observadores, argumento que no fue suficiente para evitar el arresto.
El agente le dijo que no podía ser filmado y la joven le respondió que estaba en todo su derecho a hacerlo, porque se encontraba en su domicilio.
"Aquí se están llevando a las personas sin una orden del fiscal ni un juez. Lo vienen a detener [a Fernández Cuenca] personas de la Seguridad del Estado, que no le dan una explicación a los ciudadanos de este país. Se lo llevan arbitrariamente y eso es ilegal", dice la joven cubana justo antes de que intentaran arrebatarle el teléfono de un manotazo.
En un segundo video, Sariego Acosta le dice al oficial del Ministerio del Interior que la agredió de manera grosera e ilegal, a lo que este responde con cinismo que la casa donde están viviendo no les pertenece.
"Este teléfono es propiedad privada, es mío. Para usted quitármelo necesita una orden", le dijo.
El periodista José Raúl Gallego denunció a través de las redes sociales que mientras detenían al reportero en su casa, agentes del MININT rodeaban el domicilio del activista Eduardo Pacheco en Cárdenas, Matanzas.
Hasta el momento se desconocen los datos oficiales de la cantidad de personas detenidas y/o desaparecidas por las autoridades cubanas y que se encuentran bajo proceso de investigación.
Organizaciones no gubernamentales estiman en más de 600 la cifra de detenidos, y además denuncian las torturas a las que someten a algunos de los reclusos, algo que negó el oficialismo públicamente con la intención de desacreditar el testimonio de jóvenes como Leonardo Romero Negrín, que narró todo lo que vivió mientras se encontraba bajo custodia policial.
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