Cinco semanas después de concluido el escrutinio oficial, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) de Perú proclamó este lunes ganador de la segunda vuelta electoral al profesor rural y dirigente sindical de izquierda Pedro Castillo.
Castillo llamó el lunes a la unidad de los peruanos tras ser anunciado oficialmente como presidente luego de unas ajustadas elecciónes en junio.
Pese a admitir su derrota electoral, su rival Keiko Fujimori anunció movilizaciones en el país en "defensa de la democracia".
Castillo, un profesor rural de 51 años, reafirmó en un discurso desde el balcón de su partido ante sus partidarios, que respetará la estabilidad jurídica y económica del país minero del que debe tomar las riendas el 28 de julio, cuando Perú celebra el bicentenario de su independencia.
“Tengo el corazón abierto, no hay rencor. Vamos a trabajar juntos y rechazar cualquier cosa que vaya en contra de la democracia, vamos a rechazar cualquier pretensión de un modelo de otro país, para garantizar la estabilidad jurídica y económica”, aseguró el presidente.
"Llamo a la unidad del pueblo peruano para forjar el bicentenario", dijo también Castillo en medio de celebraciones de sus simpatizantes. "Pido esfuerzo y sacrificio para compartir juntos esta lucha para hacer un pueblo justo y soberano", manifestó.
Según el presidente del JNE, Jorge Salas, Castillo fue el ganador de las elecciones del 6 de junio, al imponerse con el 50,13% de los sufragios frente al 49,87% que obtuvo la hija del encarcelado exmandatario Alberto Fujimori.
La diferencia fue de unos 44.000 sufragios, pero el partido de Fujimori había alegado irregularidades en el proceso electoral y denunciado fraude sin mayores pruebas. El jurado electoral había rechazado más temprano sus últimas apelaciones.
"Invoco a la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, que no pongamos más barreras en esta travesía, y no pongamos más obstáculos para sacar adelante este país. Bienvenida a este espacio para hacer un gobierno de todos los peruanos", dijo Castillo, en un llamado a conciliar posiciones.
Poco antes, la política conservadora había admitido su derrota electoral "como manda la ley", pero convocó a una gran movilización a sus seguidores frente a lo que calificó como la "inminente e ilegítima" proclamación del izquierdista Castillo.
"Perú Libre (el partido de Castillo) nos ha robado miles de votos el día de la elección", afirmó Fujimori en la conferencia.
Se trata de la tercera derrota de Keiko Fujimori, tras perder los comicios del 2011 y el 2016. La política enfrenta una acusación fiscal por lavado de dinero tras recibir aportes de campaña presuntamente ilegales de la constructora brasileña Odebrecht. Por este caso, en la que la conservadora niega los cargos, la fiscalía anticorrupción ha solicitado 30 años de prisión.
La segunda ronda electoral había sido puesta en duda por Fujimori y algunos partidos de derecha que la apoyaron, pese a que organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea, el Departamento de Estado de EE.UU., Canadá y Reino Unido afirmaron, de forma separada, que los comicios en Perú habían sido transparentes.
Tras la proclamación de Castillo, la embajada de Estados Unidos en Lima felicito al país por las elecciones y dijo que espera fortalecer los lazos con el presidente electo. También saludaron varios presidentes o gobiernos de América Latina como México, Argentina y Colombia, entre otros.
"Le deseamos éxito en su gestión y comprometimos trabajar unidos para superar la pandemia, derrotar la pobreza y avanzar hacia un desarrollo inclusivo y sustentable, por el bien de nuestros pueblos", dijo el mandatario chileno Sebastián Piñera, tras afirmar por Twitter que había hablado por teléfono con Castillo.
Asimismo, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, saludó a Castillo en un mensaje por Twitter "por su victoria" en las elecciones y aseguró su compromiso para fortalecer, desde el organismo, "nuestro trabajo con el nuevo gobierno de Perú".
Además, el nuevo mandatario fue felicitado por el dictador venezolano Nicolás Maduro, el cubano Miguel Díaz-Canel y el ex presidente boliviano Evo Morales.
La proclamación se produce cuando faltan pocos días para que el presidente interino Francisco Sagasti entregue el poder a un nuevo un gobierno de cinco años.
El proceso electoral y el ajustado resultado ha dividido profundamente a Perú y casi todos los días se han registrado marchas, algunas violentas, de apoyo a los candidatos.
Castillo, un desconocido por la mayoría de la población hasta poco antes de las elecciones, busca una nueva Constitución que dé al Estado un mayor rol en la economía, un plan que ha sacudido a la elite política y empresarial del país minero.
El líder izquierdista afirmó en su discurso del lunes que la actual Constitución estará vigente "hasta que el pueblo lo decida" y manifestó que rechaza que se pretenda importar modelos "de otro país", en alusión a acusaciones de sus rivales de copiar gobiernos de izquierda como el de Venezuela o Cuba.
El político socialista prepara desde hace días la formación de su primer gabinete de ministros, clave para los mercados por las reformas que planea, como elevar los impuestos a la minería en el segundo mayor productor mundial de cobre.
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