El crucero "Freedom of the Seas" zarpó desde Miami este domingo por la noche, en lo que sería el primer "viaje simulado" en Estados Unidos de la empresa de cruceros Royal Caribbean International tras quince meses de "sequía" turística por la pandemia de coronavirus.
Su destino es CocoCay, la isla privada de Royal Caribbean.
La industria de cruceros dio así su primer paso para reanudar las operaciones fuera de los puertos de EE.UU., al comenzar un viaje con unos 600 empleados voluntarios a bordo para probar las medidas de salud y seguridad contra el COVID-19.
Este crucero tiene capacidad para aproximadamente 4000 personas.
“Es un momento muy importante, tenemos todos los procedimientos listos. Hemos trabajado muchísimos meses para estar en este momento listos, junto con las autoridades de Florida junto con los CDC. Y hoy estamos poniendo todo eso a prueba, un crucero de simulación para probar que efectivamente si podemos hacerlo”, dijo Hernan Zini, capitán de Embarcaciones de Royal Caribbean, a la prensa local.
Todos los voluntarios están vacunados, aseguró Royal Caribbean, y hay un representante de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. a bordo.
De acuerdo con los requisitos establecidos por los CDC, un crucero de prueba es uno de los dos caminos para que un crucero reanude la navegación.
Un barco puede optar por realizar este viaje simulado o aceptar zarpar con casi todos los pasajeros y la tripulación completamente vacunados, 95% para ambos grupos.
El rastreo de contactos posterior al crucero determinará si alguien se infectó con el virus.
Las personas que no puedan proporcionar un comprobante de vacunación tendrán que pagar $136 por las pruebas de coronavirus y tendrán acceso restringido a algunos eventos y lugares.
Un fallo judicial de la semana pasada puso en duda los estrictos requisitos de las reglas de crucero COVID de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). El viernes, un juez de la corte de distrito de EE.UU. falló a favor del estado de Florida en una demanda dirigida contra las restricciones de emergencia de prevención de COVID de la agencia sobre cruceros.
En abril, Florida desafió la autoridad de los CDC sobre las prácticas de la industria de cruceros en una demanda, y este viernes, el juez federal Steven Merryday dictaminó que la orden de navegación condicional de los CDC sobre la industria de cruceros "probablemente constituye una delegación inconstitucional de poder legislativo a los CDC".
Citando el alto costo para la economía de Florida, el juez Merryday le dio a los CDC tiempo para revisar sus reglas y ajustarlas al entendimiento de la corte sobre la autoridad legal de la agencia.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, que fue quin presentó la demanda contra los CDC, calificó la decisión como una "gran victoria".
“El estado luchó en nombre de la industria de cruceros en Florida para asegurar la capacidad de reanudar las operaciones sin requisitos excesivamente onerosos que discriminen a los niños, dejar a la mayoría de los barcos en el puerto e ignorar la libertad de los floridanos de tomar decisiones por sus familias”, dijo DeSantis en un comunicado.
Los requisitos de los CDC, incluido el crucero de prueba, pueden convertirse ahora en "una consideración, recomendación o pauta no vinculante", al igual que las pautas que la agencia emite para otras industrias.
Florida es la capital de cruceros del país con tres de los puertos más activos del mundo: Miami, Port Cañaveral, cerca del Kennedy Space Center, y Port Everglades, cerca de Fort Lauderdale.
La industria de los cruceros genera miles de millones de dólares a la economía y emplea a miles de floridanos.
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