La intensa búsqueda desplegada por la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) para tratar de encontrar a 10 cubanos desaparecidos frente a las costas de Key West continuó hasta la noche de este viernes sin arrojar ningún rastro de los náufragos.
A punto de cumplirse 48 horas de las operaciones de rescate y rastreo de la zona donde zozobró la embarcación proveniente de Cuba, con 20 personas a bordo, fuerzas de USCG y otras agencias federales y estatales prosiguen el patrullaje aéreo y marítimo, pero las opciones de hallar sobrevivientes son reducidas.
Hasta ahora ocho de los viajeros fueron rescatados al mediodía del jueves a 16 millas de Key West y permanecen en un escampavías bajo custodia de USCG. Dos cadáveres fueron recuperados y traídos a tierra.
Es la segunda travesía marítima desde Cuba que arroja muertes en menos de una semana.
El pasado sábado 22 de mayo, autoridades de la Guardia Costera interceptaron un grupo de 11 inmigrantes en una balsa cerca de Alligator Reef Light, en Islamorada. Un hombre llegó muerto.
El último comunicado oficial sobre el operativo en marcha indica que los activos aéreos y las tripulaciones de la Guardia Costera, el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y unidades de la Marina de Estados Unidos han realizado 14 viajes de búsqueda por más de 29 horas, mientras que embarcaciones de USCG acumulan más de 10 búsquedas durante unas 40 horas.
El área de búsqueda en el Estrecho de la Florida abarcó aproximadamente 6,552 millas, que equivalen aproximadamente al tamaño de Hawái, indico el comunicado.
La pesquisa debe continuar este sábado, pero podría detenerse si no se hallan indicios que conduzcan al hallazgo de desaparecidos.
De no encontrarse sobrevivientes, el naufragio ocurrido la noche del pasado miércoles figurará como una de las mayores tragedias en travesías de inmigrantes cubanos durante la última década.
La embarcación donde viajaban los cubanos salió del puerto de Mariel el pasado domingo y se volcó la noche del miércoles, dejando a la deriva a los 20 pasajeros en altamar.
Las autoridades no tienen información sobre la embarcación, que al parecer se hundió.
La escasa información sobre el fatídico viaje y la suerte de sus pasajeros ha generado incertidumbre entre familias en Cuba y Miami, que reclaman conocer al menos los nombres de los sobrevivientes.
"La gente está desesperada, desde el amanecer de este viernes mi teléfono no deja de sonar", dijo a CiberCuba Carlos Milián, quien emigró a Miami en 2015.
Milián consideró que la Guardia Costera debía proporcionar los nombres de los sobrevivientes como una "decisión humanitaria" y ofrecer datos generales sobre los dos fallecidos.
Al parecer, la mayoría de los pasajeros eran residentes del pueblo del Mariel, al oeste de La Habana.
Como política, la Guardia Costera y otras entidades federales no revelan la identidad de inmigrantes capturados y puestos bajo su custodia. En el caso de los fallecidos debe seguirse un protocolo de reclamación por parte de los familiares, una vez cumplidos los trámites de la Oficina Forense.
Una fuente del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) dijo este viernes a CiberCuba que los ocho cubanos rescatados tienen derecho a solicitar se les procese como refugiados, alegando "miedo creíble" sobre su integridad de ser retornados.
El Gobierno cubano no se ha pronunciado hasta el momento sobre la tragedia, que ha ocupado titulares en los diarios The New York Times y Los Angeles Times, y las principales agencias noticiosas y cadenas televisivas de Estados Unidos.
El incremento de las cifras de balseros y las crecientes repatriaciones de inmigrantes cubanos en las últimas semanas han encendido las alarmas de las autoridades federales y de la administración de Joe Biden, sobre todo por la inmediatez de la temporada de verano.
"Creo que comienza a haber una preocupación en Washington sobre la gravedad de este asunto", dijo a CiberCuba una fuente de la administración Biden que pidió no ser identificado. "Seguiremos exhortando a los cubanos a que no pongan en peligro sus vidas lanzándose al mar".
Durante el presente año fiscal, que comenzó el pasado 1 de octubre, la Guardia Costera ha interceptado en el mar a 298 cubanos, seis veces más en comparación con los 49 que capturó en 2020.
El flujo de cubanos se ha disparado desde el pasado año, a pesar de que los inmigrantes cubanos han perdido el beneficio de la política de pies secos/pies mojados, que les facilitaba procesar sus peticiones de refugio en Estados Unidos una vez que tocaban tierra firme. El beneficio fue eliminado el 12 de enero de 2017 por el entonces saliente presidente Barack Obama.
Pero los cubanos parecen cada vez más decididos a llegar a Estados Unidos sin importarles esa limitación para ajustar su estatus migratorio.
La agravada situación cubana en medio de la pandemia, golpeada por la falta de liquidez financiera y una galopante crisis de abastecimientos básicos, es fuente de profundas insatisfacciones en la población y un incentivo para emigrar por cualquier vía.
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