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El presidente norteamericano Joe Biden pidió a sus servicios de inteligencia que intensifiquen las pesquisas para precisar los orígenes de la actual pandemia de coronavirus.
“He pedido a la comunidad de inteligencia que redoble sus esfuerzos para recolectar y analizar información que nos permita acercarnos a una conclusión y que me informen en 90 días”, anunció Biden este miércoles. Aunque hay dos elementos que apuntan a un origen animal y uno que apunta hacia la posibilidad de un accidente de laboratorio, “no disponen de suficiente información para concluir si uno es más probable que otro”, explicó.
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"Como parte de ese reporte, he solicitado áreas de investigación adicional que puedan ser necesarias, incluidas preguntas específicas para China", agregó el presidente.
Tanto la CIA como otras agencias de EE.UU. han estado investigando los orígenes del COVID-19 desde que el gobierno reconoció por primera vez al virus como un riesgo grave para la salud a inicios de 2020.
Esta semana, fuentes de Washington familiarizadas con los informes y análisis de inteligencia dijeron que un reporte que circuló durante el gobierno del expresidente Donald Trump, aseguraba que tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan –la ciudad en China donde primero se reportó el nuevo coronavirus– estuvieron tan enfermos en noviembre de 2019 que buscaron atención hospitalaria.
El domingo, el diario The Wall Street Journal afirmó haber tenido acceso a esa información de inteligencia no publicada, y citó algunas de sus conclusiones. Por su parte, Pekín ha negado la información del Journal, calificándola de "totalmente falsa".
No está claro si los investigadores afectados fueron hospitalizados o cuáles fueron sus síntomas.
Otra información, también divulgada por el WSJ, detalla que en abril de 2012, seis mineros se enfermaron de una misteriosa enfermedad después de ingresar a la mina para limpiar el guano de murciélago. Tres de ellos murieron.
Se llamó a científicos chinos del Instituto de Virología de Wuhan para investigar y, después de tomar muestras de murciélagos en la mina, identificaron varios coronavirus nuevos.
Ahora, las preguntas sin respuesta sobre la enfermedad de los mineros, los virus encontrados en el sitio y la investigación realizada con ellos han reforzado una idea que una vez fue descartada como una teoría de la conspiración: que el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19 podría haberse filtrado de un laboratorio en Wuhan.
Desestimada durante mucho tiempo por la mayoría de los expertos, considerada altamente improbable sino descabellada, la idea de que la pandemia de COVID-19 se originó en un accidente de laboratorio chino está volviendo a tomar fuerza en las últimas semanas.
"La lista de personas que apoyan la tesis de un origen animal no se ha movido. Y la de personas que sugieren que [el virus] pudo haber salido de un laboratorio ha seguido creciendo", resumió Scott Gottlieb, respetado exjefe de la Agencia Estadounidense de Medicamentos de Estados Unidos (FDA) a la cadena CNBC.
"Hace un año" apoyar la hipótesis de los animales "tenía mucho sentido porque era el escenario más probable", explicó. Pero lo que se denomina "el huésped intermedio", es decir, el animal del cual se transmitió el virus a los humanos, aún no se ha descubierto. "Y no porque no lo hayan buscado", añadió.
"La pregunta, para muchas personas, es, ¿cuándo las coincidencias son demasiadas?", señaló, indicando una creciente cantidad de "evidencia circunstancial".
"Hay que llegar al fondo, sea cual sea la respuesta, y es una prioridad para nosotros", dijo Andy Slavitt, asesor de la Casa Blanca para la lucha contra el COVID-19. "Necesitamos un proceso completamente transparente de China y la OMS para ayudar en esto", insistió.
Después de una estadía de cuatro semanas en Wuhan a principios de este año, un estudio conjunto de expertos de la OMS y China dictaminó en marzo que era "extremadamente improbable" que la difusión del virus se tratara de un incidente de laboratorio.
Pero el propio jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió después una nueva investigación sobre la hipótesis de la filtración del laboratorio. Varios países, incluido Estados Unidos, expresaron sus "preocupaciones" y pidieron a China que otorgue "pleno acceso" a sus datos.
El lunes hubo una solicitud renovada con motivo de la 74 Asamblea Mundial de la Salud. Y los pedidos de investigaciones adicionales crecen, incluso dentro de la comunidad científica.
A mediados de mayo, una quincena de expertos publicó un artículo en la prestigiosa revista Science en el que afirmaron: "Necesitamos más investigaciones para determinar el origen de la pandemia".
Ambas teorías, la del origen animal o accidental en el laboratorio "siguen siendo viables", escribieron, pero "no se les ha dado una consideración equitativa".
Ambas "deben ser consideradas seriamente hasta que tengamos suficientes datos", dijeron, pidiendo a "las agencias de salud pública y los laboratorios de investigación que abran sus datos al público".
Muchos expertos, sin embargo, siguen siendo cautelosos. "Muchos pensamos que es más probable que sea un evento natural (...) pero no tenemos una respuesta del 100% a esta pregunta", dijo el martes Anthony Fauci, eminente inmunólogo y asesor de la Casa Blanca.
"Todos estamos convencidos de que debemos continuar con la investigación", agregó.
Determinar cómo el virus que se ha cobrado más de 3,4 millones de vidas en todo el mundo se transmitió a los humanos se considera crucial para tratar de prevenir la próxima pandemia.
En Estados Unidos, la hipótesis de una filtración del virus del laboratorio chino hasta ahora había sido impulsada principalmente por la administración del expresidente Donald Trump.
Ahora, en una entrevista al medio Newmax con el que fuera su exasesor Steve Cortes, y que publica The New York Post, Trump se ha vuelto a referir a las informaciones aparecidas estos días en medios locales sobre el origen del virus y si este pudo salir del citado laboratorio chino.
"No tenía ninguna duda al respecto”, señaló Trump en la entrevista. "La prensa me criticó porque China tiene a mucha gente afectada", precisó al referirse al origen del Sars-Cov-2. "La gente no quería decir China. Por lo general, le echan la culpa a Rusia. Siempre es Rusia, Rusia, Rusia, pero dije desde el principio que salió de Wuhan", reiteró.
Las comisiones de inteligencia del Senado y la Cámara de Representantes también investigan actualmente cómo las agencias del país reportaron y recopilaron información sobre el origen del COVID-19, la forma en que se propagó y la manera en que respondieron los gobiernos.
Un informe emitido este mes por los republicanos de la Comisión de Inteligencia de la Cámara baja se centró particularmente en el Instituto de Virología de Wuhan y afirmó que había "evidencia circunstancial significativa que genera serias preocupaciones de que el brote de COVID-19 pudiera haber sido una filtración" desde el instituto, y sugirió que el laboratorio de Wuhan estaba involucrado en la investigación de armas biológicas y que Pekín había intentado "encubrir" los orígenes del virus.
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