Los senadores cubanoamericanos Marco Rubio (republicano por Florida) y Bob Menéndez (demócrata por Nueva Jersey) presentaron este jueves un proyecto legislativo bicameral que impediría a los tribunales estadounidenses reconocer marcas comerciales confiscadas por el régimen cubano después de 1959.
El proyecto "No Stolen Trademarks Honored in America Act" busca prohibir que las cortes de Estados Unidos reconozcan, hagan cumplir o validen cualquier afirmación de derechos por parte de una persona sobre una marca comercial que ha sido utilizada en relación a un negocio o bienes confiscados por el régimen cubano, a menos que el propietario original de la marca haya otorgado su consentimiento en favor de la transferencia de dicha marca, según el texto de la legislación.
Durante el transcurso de la jornada del 20 de mayo, cuando se cumplieron 119 años del nacimiento de la República de Cuba, la congresista Debbie Wasserman-Schultz (demócrata por Florida) presentó el proyecto de ley en la Cámara de Representantes.
La iniciativa tendría importantes implicaciones sobre marcas cubanas que han sostenido litigios y han recibido incluso fallos favorables en tribunales federales de Estados Unidos, como es el caso de Havana Club bajo representación de la firma francesa Pernod Ricard, y otras compañías que actualmente tienen abiertos procesos por demandas amparadas bajo la Ley-Helms-Burton, como las estatales cubanas CUPET y CIMEX, en uso de beneficios de la expropiada Esso (ExxonMobil).
La marca Havana Club fue adquirida por Bacardí de sus antiguos dueños, la familia Arrechabala, expropiada por el régimen de Fidel Castro. La petrolera Esso fue nacionalizada en 1960 y figura en la lista de 5,913 compañías estadounidenses que reconoce el Departamento de Justicia de Estados Unidos como reclamantes certificados.
“Desde hace tiempo, la política de EE.UU. se ha enfocado en apoyar a los dueños legítimos cuya propiedad intelectual fue robada. Por 60 años, la dictadura cubana, a través de empresas controladas por el régimen, se ha beneficiado de la propiedad intelectual que fue robada y que legítimamente pertenece a los cubanos del común y de sus descendientes”, manifestó Rubio en un comunicado.
"Me enorgullece el volver a presentar este proyecto de ley bipartidista, el cual garantiza que los tribunales de EE.UU. no reconozcan, ni validen ningún derecho de marcas, de negocios, o de activos robados por el régimen cubano", agregó el senador y exaspirante a la presidencia.
Menéndez consideró que cualquier confiscación de bienes por parte del régimen castrista "fue y será siempre un delito”.
““Este proyecto de ley bipartidista y bicameral protegerá las marcas comerciales estadounidenses al codificar en ley la política de apoyar a los legítimos propietarios de bienes robados, garantizando así que las cortes reconozcan los derechos de aquellos cuyas marcas fueron confiscadas ilegalmente por el gobierno cubano”, afirmó Menéndez.
El proyecto legislativo prohíbe el uso de una marca comercial cuando la misma, u otra sustancialmente similar, guarden relación con negocios o bienes estadounidenses que hayan sido confiscados por el régimen cubano.
Rubio es el miembro de más alto rango del Subcomité sobre Hemisferio Occidental, Crimen Transnacional, Seguridad Civil, Democracia, Derechos Humanos y Asuntos Globales de la Mujer.
Menéndez, quien como Rubio es hijo de padres cubanos, preside el Comité de Relaciones Exteriores y es considerado el político cubanoamericano con mayor influencia en la administración de Joe Biden respecto a la política sobre la isla.
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