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El prestigioso músico cubano Arturo Sandoval compartió con CiberCuba dos poemas sobre Cuba, en uno de los cuales afirma que es preferible morir, que sufrir la dictadura.
Sandoval, quien lleva 31 años exiliado y prohibido en el país, fue declarado "traidor a la patria" por el gobierno, debido a "la sencilla razón de no poder soportar tanta opresión, y por ende mi figura, mi música, mis videos y mi legado fueron borrados y prohibidos", según ha indicado el artista.
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Durante una reciente entrevista con CiberCuba, Sandoval confesó que su mayor ilusión es poder visitar Cuba.
"Mi ilusión, por supuesto, es poder regresar algún día a Cuba, de visita, aclaro. Esa es mi ilusión y vivo pensando en eso, sin que me quite el sueño porque tampoco me puedo obsesionar y no está en mis manos poder resolverlo", dijo.
A continuación, compartimos los poemas de Arturo Sandoval, enviado a nuestra redacción.
Y cuando llegue ese día,
Que se rompan las cadenas,
Que sufre la patria mía,
Ya se acabarán mis penas.
Es muy difícil vivir,
Cuando la vida es tan dura,
Es preferible morir,
Que sufrir la dictadura.
Hambre y desesperación
Injusticias y atropellos,
Y todo por culpa de ellos,
Los que oprimen mi nación.
No más muertos en el mar,
Ni familias divididas,
Esto tiene que acabar
para rehacer nuestras vidas.
Muchos años han pasado,
Sin ver una solución,
Nuestro pueblo está cansado,
De la cruel revolución.
Y cuando llegue el momento,
Que podamos regresar,
Se acabará mi lamento,
Mi tierra, voy a besar.
A pesar de asegurar que en Cuba lo despreciaban, el músico sigue de cerca los acontecimientos el país del que se fue en 1990, y ha dicho que la situación le provoca una profunda tristeza.
A continuación, compartimos el segundo de los poemas de Sandoval enviados a nuestra redacción.
Solo escribo lo que siento,
Aunque no tenga razón,
Mis más puros sentimientos,
me salen del corazón.
La rima a mí se me da,
Porque la llevo en la sangre,
Y parece que es verdad
Cuando pasas mucha hambre.
Así eran los guajiros,
que entablaban controversias,
y se rompían el "güiro",
creando muy buenas "tercias".
Toqué en muchos carnavales
Donde la gente gozaba,
La trompeta y los timbales,
Y el pueblo alegre arrollaba.
A mi Artemisa natal,
Yo la extraño cada día,
Allí yo aprendí a tocar,
Sé que volveré algún día.
No hay mal que dure 100 años,
Ni cuerpo que lo resista,
El sistema es un engaño,
Mientras sea comunista.
Ya se está haciendo tarde,
Me está dominando el sueño,
Hasta los ojos me arden,
Y Morfeo se hace dueño.
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