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Un ciberataque provocó que el mayor operador de oleoductos de Estados Unidos, Colonial Pipeline, tuviera que cerrar toda la red de casi la mitad de los abastos de combustible en la Costa Este de Estados Unidos.
Según reportó Reuters, para el ciberataque fue utilizado un ransomware, un programa dañino que bloquea el acceso a determinadas partes o archivos del sistema operativo infectado, y que pide un rescate a cambio de abolir esa restricción.
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Colonial tuvo que desconectar sus sistemas con el fin de evitar que la amenaza se expandiera tras el ataque, reportado el viernes. Lo que ha afectado temporalmente sus operaciones y algunos de sus sistemas informáticos, de acuerdo a información ofrecida por la empresa.
Con 8.850 km de tuberías, Colonial Pipelines se encarga de transportar 2,5 millones de barriles diarios de gasolina, gasóleo, combustible para aeronaves y otros productos refinados del petróleo desde la costa del Golfo con el este y el sur de Estados Unidos.
Según el medio antes citado, una investigación del gobierno estadounidense ha comenzado y se encuentra en sus primeras fases, y algunas fuentes declararon que pudiera tratarse de un ciberataque perpetrado por el grupo autodenominado como “DarkSide”, una organización de piratas informáticos con alto grado de profesionalidad.
DarkSide se ha dado a conocer por sus ataques informáticos a objetivos en países postsoviéticos, a los que extorsionado con el objetivo de extorsionar a sus víctimas a través de los ransomware.
En adición, la empresa estadounidense Colonial ya contrató a FireEye (FEYE.O), una compañía de ciberseguridad privada, para que inicie su propia investigación, aunque incluirá la colaboración con agencias federales.
Hasta el momento, Colonial no ha ofrecido más detalles de cuánto tiempo tendrán que parar sus servicios debido al delito informático.
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